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La Real, tras la decepción vivida el miércoles en Anoeta, apela a su traje de visitante, verde esperanza, para, sin solución de continuidad, recuperar los puestos de Champions League en Granada. Los de Imanol jugarán dos partidos en seis días, el segundo el viernes 8 de noviembre frente al Leganés en Anoeta, antes de que la Liga vuelva a detenerse por espacio de dos semanas. Un pleno de victorias les garantizaría a los txuri urdin irse a ese parón entre los cuatro primeros clasificados, posición que alcanzarán mañana si ganan en Los Cármenes.



El duelo entre Sevilla y Atlético de Madrid de esta tarde en el Pizjuán posibilita que la Real adelante dos posiciones en la tabla ganando mañana en Granada. Rizando el rizo, en caso de que todos los resultados se le dieran de cara, es decir que Sevilla y Atlético empataran y el Real Madrid perdiera en el Bernabéu contra el Betis hoy a las 21.00 horas, los de Imanol serían segundos a la conclusión de la jornada en caso de victoria. Muy improbable.

Cuentas de la lechera al margen, la Real pretende continuar con el magnífico rendimiento que está exhibiendo en los partidos que le ha tocado jugar lejos de Anoeta, que han sido mayoría al haber comenzado la campaña con tres partidos consecutivos a domicilio. Por encima de los matices que se le quieran hacer al juego, los 10 puntos que han sumado los txuri urdin de visita no sólo representan la mejor cosecha que ningún equipo haya logrado hasta ahora lejos de su estadio, sino que radiografían un potencial indiscutible para ser competitivos en cancha ajena. El último ejemplo lo tuvimos en Vigo el domingo pasado al ganar un partido igualado, aprovechando al máximo las virtudes propias y los defectos ajenos.

Es verdad que no todo los equipos han jugado el mismo número de partidos en casa y fuera pero, pese a ello, sólo el Sevilla iguala el botín de la Real en los desplazamientos hasta la fecha. Los de Imanol pueden pasar a liderar esa tabla en solitario ya que los de Lopetegui reciben al Atlético en su estadio.

La Real sólo ha perdido dos de los seis partidos que ha disputado fuera. Y lo ha hecho en base a un estilo de juego reconocible y a unas herramientas sólidas en la mayoría de los encuentros. La mayor excepción tuvo lugar en San Mamés y, en menor medida, en el Sánchez Pizjuán. La velocidad en las transiciones, una presión ambiciosa, la precisión técnica de sus futbolistas y su juego de elaboración, asociativo, le ha llevado a la Real, combinando estas virtudes en diferentes momentos de los encuentros, a ganar tres veces fuera y a empatar en Valencia. Los ‘verdes’ han marcado en todos sus desplazamientos salvo en Bilbao y en dos de los cuatro encuentros marcaron más de un gol.

El gran obstáculo que se va a encontrar la Real mañana es su adversario, el equipo revelación de la Liga. El Granada comenzó perdiendo en casa ante el Sevilla pero, desde entonces, no sólo ha encadenado cuatro triunfos consecutivos en su estadio sino que lo ha hecho sin que ninguno de sus visitantes le hicieran un gol. Y eso que en la quinta jornada recibieron al Barcelona.

El portero del Granada, Rui
Silva, suma 398 minutos sin encajar un gol en su campo después de que Joan Jordán le hiciera el primer y último tanto que ha recibido el conjunto nazarí en su estadio. Un nuevo reto para la Real.

El partido que jugarán Granada y Real mañana en Los Cármenes será el que sirva para cerrar la duodécima jornada de Liga. Esto otorgará, objetivamente, una ventaja a ambos ya que actuarán con los resultados de sus rivales directos en la mano y, por tanto, con plena consciencia de los beneficios de una hipotética victoria. Todos los equipos que juegan Champions League abren hoy la jornada en un ‘súper-sábado’ con atractivos partidos como el Sevilla-Atlético de Madrid o el Real Madrid-Betis. Para el domingo quedan seis partidos, siendo el que se jugará en Los Cármenes el último de la presente jornada




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