Ya están casi todas las cartas sobre la mesa. La defensa del major Josep Lluís Trapero, acusado de sedición en el segundo juicio al procés, aprovechó este martes su turno de conclusiones finales para tratar de contrarrestar el duro relato planteado por la Fiscalía el pasado lunes. Su abogada, Olga Tubau, acusó directamente a la Policía Nacional y Guardia Civil de haber fabricado este caso para lograr condenarlo y atribuir así a los Mossos el “fracaso” del despliegue operativo del 1-O, cuando se celebró el referéndum ilegal.El relato de Tubau, experimentada penalista, ha recuperado un aspecto que ha sobrevolado el largo juicio celebrado en la Audiencia Nacional contra la antigua cúpula de los Mossos: el latente enfrentamiento entre las fuerzas de seguridad del Estado que actuaron durante el desafío independentista del otoño de 2017, con la enemistad entre Trapero y Diego Pérez de los Cobos, coronel de la Guardia Civil y encargado de coordinar el dispositivo del 1 de octubre, como máximo exponente. Sin paliativos, la abogada del major sacó muy pronto la artillería este martes. Y, desde un principio, quiso dejar claro que esta investigación está viciada y la acusación formulada se encuentra cargada de un sesgo insalvable, en su opinión.“Resulta que desde dos Cuerpos policiales, llamados también a cumplir el mandato del auto del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, se investiga a Trapero por incumplir un auto que ninguno de ellos pudo cumplir”, expuso la letrada, que insistió en la línea de defensa que ya avanzó el exjefe de la policía catalana durante su declaración. El major afirmó al tribunal que se pudieron cometer errores en aquellos días, pero existía un “mando único” que encabezaba Pérez de los Cobos y con el que se “pactó” la actuación. Es decir, se plantea que, si se “fracasó” a la ahora de evitar el referéndum ilegal, la responsabilidad es compartida.La Fiscalía rechaza, por supuesto, esa teoría y argumentó el lunes que los Mossos traicionaron a la Guardia Civil y a la Policía Nacional, interviniendo de forma “pasiva” mientras aparentaban que hacían algo para impedir el procés. Tubau lo presenta, en cambio, de forma distinta. Apeló este martes a que, en aquellos momentos de máxima tensión, se actuó con prudencia. Y expuso que después del 1 de octubre se necesitó un cabeza de turco para echar balones fuera. Así que se señaló a Trapero: “Toda la actuación como Policía Judicial de la Policía Nacional y la Guardia Civil está teñida de valoraciones subjetivas tendentes a hacer responsable a Trapero de la incapacidad de parar el 1-O”.“[Ambos Cuerpos] tienen un interés. Porque, si se condena a Trapero y se dice que el 1-O fue un fracaso por culpa de los Mossos, Guardia Civil y Policía Nacional verán su imagen restablecida”, continuó Tubau, que atribuyó a los instructores una “necesidad” de crear artificialmente un vínculo de Trapero con la cúpula secesionista y el president Carles Puigdemont. Según ella, tenían que encajar su tesis: “Demasiadas veces la Policía Judicial pretende hacer de juez y trufa sus atestados de forma que parece que, de alguna forma, tengan la vocación de convertirse en sentencia”.A lo largo de sus más de cuatro horas de exposición, que continuará este miércoles al no haber finalizado aún, la defensa de Trapero —que representa a su vez a otro de los procesados, la intendente Teresa Laplana— también hizo hincapié en que la acusación de sedición planteada por el ministerio público no encaja. De hecho, recalcó que la Fiscalía ha planteado la alternativa de desobediencia porque “no tiene prueba de cargo suficiente”.“Un fracaso político”Durante su intervención de este martes, la abogada de Trapero no se limitó a cargar contra las fuerzas de seguridad del Estado. Apuntó más alto al hablar del 1-O. “Quizás fue principalmente un fracaso político del que se hace responsable a los cuerpos policiales”, dijo. También se quejó de la actuación de la Fiscalía durante la vista, en la que mantuvo el delito de rebelión hasta el final, pero no hizo “ninguna pregunta” para tratar de acreditarlo.Una vez que acabe Tubau este miércoles, le tocará el turno a los abogados de los otros dos acusados: el exsecretario general de Interior de la Generalitat, César Puig; y el exdirector de la policía catalana, Pere Soler. Tras retirar el delito de rebelión la pasada semana, la Fiscalía pide para ambos ex altos cargos de la Generalitat y para Trapero una condena de 10 años de cárcel por sedición. Para Laplana solicita cuatro años.
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