El juicio por el posible amaño del encuentro que disputaron en mayo de 2011 el Levante y el Zaragoza quedó visto para sentencia en la mañana de este viernes cuando los tres últimos acusados que aún no lo habían hecho tuvieron la posibilidad, y la declinaron, de hacer uso de su última palabra. La última sesión del juicio apenas duró cinco minutos.
Tras mes y medio de proceso, ahora es el turno de que el tribunal estudie pruebas y declaraciones y emita su sentencia. Por un lado la Fiscalía y las acusaciones particulares, reclaman dos años prisión y de inhabilitación para las 41 personas físicas acusados, además de una multa de 3,4 millones de euros a cada uno de ellos. Además, para el expresidentes del Zaragoza, Agapito Iglesias y a otros dos directivos se reclaman otros dos años de prisión adicional por el presunto falseamiento de las nóminas para ocultar el dinero que habría salido del club maño para pagar la compra del choque y una multa. Para el Zaragoza se pide una multa de mil euros diarios durante dos años.
Tanto el ministerio fiscal como la Liga y el Deportivo de La Coruña esperan que el tribunal convierta la acumulación de indicios en una prueba sólida para confirmar su relato y dictar así la primera gran condena por un amaño en el fútbol español.
Las defensas por su parte han reclamado la absolución de los acusados por entender que no hay pruebas para condenarlos y que los indicios se han quedado en meros indicios pero también han reclamado la nulidad de las actuaciones al entender que el proceso estaba viciado de origen al estar basado en una denuncia del presidente de la Liga,
Javier Tebas, que habría roto el deber de secreto profesional para darle contenido.
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