Cualquier enamorado del fútbol querría haber sido este sábado aficionado del Alavés. Porque a pesar de que el sufrimiento experimentado en el Ciutat de València puso a prueba miles de corazones babazorros el desenlace valió la pena con creces. No asciende a Primera cada día un equipo con gol de penalti en el minuto 129. ¡Qué locura!
Cabe recordar que el Alavés se quedó a un solo gol de ascender de forma directa. Con un solo tanto en el Gran Canaria ante Las Palmas no hubiese tenido la necesidad de pasar por este playoff de ascenso. De hecho, Asier Villalibre dispuso entonces de una ocasión de gol clarísima y la desperdició. Se marchó del recinto canario llorando por ello. Y precisamente él fue el encargado de marcar este sábado el gol de penalti que certificó el ascenso a Primera. ¡Qué maravilloso es el fútbol!
Por si fuera poco con lo comentado, no está de más recordar que el Alavés se fue a Segunda hace poco más de un año precisamente en el Ciutat de València en el que este sábado recuperó la categoría. Cerró el círculo para regresar a la división de la que nunca debió desaparecer. ¡Enhorabuena, Alavés! ¡Vitoria es de Primera!
Cargando siguiente contenido…