Vox tumba una de las leyes estrella del PP andaluz e insiste en reclamar elecciones anticipadas

El portavoz parlamentario de Vox, Manuel Gavira, a su llegada a la sesión plenaria que ha tenido lugar este miércoles en el Parlamento de Andalucía, en Sevilla.
El portavoz parlamentario de Vox, Manuel Gavira, a su llegada a la sesión plenaria que ha tenido lugar este miércoles en el Parlamento de Andalucía, en Sevilla.Julio Muñoz / EFE

El grupo de Vox en el Parlamento de Andalucía ha cumplido con su amenaza de dejar sin apoyo al Gobierno andaluz de coalición de PP y Ciudadanos, al tumbar una de sus leyes estrellas, lo que abre dudas sobre la duración de la legislatura andaluza. El partido de Santiago Abascal se ha abstenido en el debate de la enmienda de devolución presentada por Adelante Andalucía al proyecto de ley de Impulso para la Sostenibilidad del Territorio de Andalucía, que sustituye a la actual ley del Suelo, por lo que ha dejado en minoría a los partidos que sostienen al Ejecutivo autónomo.

Desde el primer minuto de la legislatura, el grupo de ultraderecha ha estado amagando con dejar sin sostén parlamentario al Gobierno que preside Juan Manuel Moreno (PP), con el que tiene firmado un acuerdo de investidura y tres presupuestos autonómicos. Hace dos semanas, Vox advirtió que solo apoyaría con sus votos aquellas propuestas y compromisos que tenían suscritos, pero nada más. El motivo de este giro, que se produce después de las elecciones en la Comunidad de Madrid, está en la decisión de la formación de Abascal de endurecer y marcar distancias con Moreno, al que reclama la convocatoria de elecciones autonómicas.

Vox explicó oficialmente este viraje en su rechazo a la decisión de la Junta de Andalucía de acoger a 13 menores no acompañados marroquíes tras la llegada masiva de migrantes a Ceuta. Para la formación ultraconservadora, el acuerdo alcanzado por Andalucía y el resto de las comunidades autónomas con el Gobierno central para ubicar los menores supone un “documento infamante” que “silencia” sus ideas, según explicó Alejandro Hernández, sustituido recientemente como portavoz del grupo parlamentario por el diputado por Cádiz Manuel Gavira.

Hernández ha dejado claro que “en circunstancias de normalidad” el proyecto de ley habría sido consensuado, pero dado que Vox pide el adelanto electoral considera que la negociación es “incompatible” con la tramitación legislativa. “De esas elecciones puede salir otra correlación de fuerzas y otras exigencias a la hora de tramitar la ley”, ha dicho. El diputado de Vox anunció a continuación la abstención “salvo que a última hora se pueda determinar otra cosa”.

A partir de ese momento, los teléfonos del PP han empezado a echar humo. Las llamadas a la dirección nacional de Vox —en concreto, al portavoz parlamentario de la formación en el Congreso, Iván Espinosa de los Monteros— se han sucedido por tierra, mar y aire en la búsqueda de un visto bueno desde Madrid que evitara la derrota parlamentaria del Gobierno, que finalmente no han logrado. Cuando los diputados ya se disponían a votar, la presidenta del Parlamento, Marta Bosquet (Ciudadanos), ha decidido retrasar la votación una hora, desdiciéndose de la hora fijada por ella misma de acuerdo con los portavoces.

El partido de Abascal llevaba varios meses advirtiendo de que la relación de confianza con el Gobierno andaluz estaba resquebrajada, pero hasta ahora no había dejado al pairo a Moreno. Este gobierna con el apoyo de 26 diputados del PP, 21 de Ciudadanos y 11 de Vox, lo que le garantiza la mayoría absoluta. En frente los 50 años de la izquierda (33 del PSOE y 17 de una destrozada Adelante Andalucía).

Los populares también intentaron momentos antes del inicio del debate que Adelante Andalucía retirase la enmienda a la totalidad a la ley del Suelo, con promesas de negociar todos los detalles del proyecto legislativo que para Adelante y también para el PSOE supone el “regreso a los años del ladrillo” y al “urbanismo salvaje”.

Vox también dejó solo al Gobierno andaluz en la votación de un decreto ley que establece ayudas de dos millones de euros para las entidades locales de la comunidad. Este no ha peligrado porque la izquierda ha salvado la votación con el compromiso de que el decreto se tramitará como proyecto de ley. El partido ultra sí votó una proposición de ley sobre rebajas fiscales que había acordado con el PP. También en este debate se ha producido una de las circunstancias más extrañas vividas en el Parlamento andaluz: la iniciativa fiscal que firmó el PP con Vox era idéntica a otra firmada por los populares con Ciudadanos. Cuando se registraron las elecciones en la Comunidad de Madrid estaban en capilla y el partido de Arrimadas no quería unir su logo y su firma a la de Vox.

La insistencia de Vox en reclamar elecciones choca con la decisión repetida en numerosas ocasiones por el presidente de la Junta de agotar la legislatura. “Ahora toca vacunar y crear empleo”, ha dicho Moreno, quien, no obstante, solo anticiparía “salvo causa de necesidad”, es decir, que se quede en minoría en el Parlamento. Desde el Gobierno andaluz reiteran que este año no habrá comicios.


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