Solo 13 minutos tardó en aparecer la polémica en el Di Stéfano. Hubo un penalti de libro no señalado a favor del Athletic tras una carga ilegal de Carvajal por la espalda que desequilibró a Williams. Gil Manzano, a escasos metros de la acción, consultó algunos segundos la indicaciones que le llegaban desde el VAR, pero decidió no pitar la pena máxima ante las protestas de los leones.
Nada más finalizar la primera parte, en la que Kroos adelantó al Real Madrid con un zapatazo desde la frontal en el descuento, Williams y Ander Capa pidieron explicaciones a Gil Manzano por el clamoroso penalti no pitado. El atacante rojiblanco, tapándose la boca con la mano para que no se leyesen sus labios, intercambió en tono aparentemente tranquilo unas palabras con el árbitro, que le intentó transmitir su opinión de la controvertida jugada, mientras ambos tomaban rumbo hacia el túnel de vestuarios
La segunda mitad empezó con otra breve charla del colegiado extremeño Gil Manzano con un jugador del Athletic, concretamente Yuri, al que trató de convencer, con alguna palmadita amistosa, de que no se había equivocado en una jugada que resultó clave en el desenlace del encuentro.
Un partido en el que Kroos también fue determinante. El centrocampista alemán, que ha recuperado su mejor versión, como ya demostró ante el Atlético, ‘echó’ primero del campo a Raúl García, tras recibir sendas faltas del navarro en los minutos 7 y 14 que le hicieron ganarse al siempre impetuoso jugador navarro la expulsión por doble amarilla, y después firmó un golazo.
Los leones tiraron de orgullo
El Athletic, pese a jugar casi todo el partido en inferioridad, tiró de orgullo y luchó a ‘Capa’ y espada. Su esfuerzo fue heroico y apretó hasta el final. El gol de lateral rojiblanco castigó la relajación blanca en el inicio del segundo tiempo. El Real Madrid, con ayuda de un árbitro que se equivocó gravemente, del inmenso Kroos y del doblete de un Benzema en estado de gracia alarga su racha triunfal.
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