Los turistas británicos que lleguen a España a pasar sus vacaciones y estén vacunados no deberán guardar cuarentena a la vuelta, según el nuevo protocolo de movilidad aprobado por el Gobierno de Boris Johnson que entra en vigor este lunes, bautizado como el Freedom Day (Día de la Libertad), porque se levantan muchas de las restricciones a la movilidad. Esa apertura ha disparado las reservas para volar desde las islas británicas a España un 400%, lo que supone multiplicar por cinco los que había desde el anuncio del levantamiento de las restricciones hace dos semanas. Aena calcula que los vuelos desde las islas se han triplicado desde la semana pasada.
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En realidad, la situación no ha cambiado tanto. Londres mantiene a toda España en semáforo ámbar, la lista de países en los que existe riesgo de viajar por su situación sanitaria, eso significa que cuando los viajeros de las islas regresen a su país deben hacer cuarentena. Pero ha eximido de esta obligación a quienes hayan recibido la pauta de vacunación completa, aunque sí deberán someterse a dos pruebas de detección del covid, antes y después del viaje.
Aena tiene programadas para este lunes 489 operaciones entre España y Reino Unido, con lo que multiplica por tres las de hace una semana, ya que el 12 de julio se registraron 152 operaciones. Los aeropuertos más activos en el intercambio con el Reino Unido son los de Palma de Mallorca, con 113 operaciones (57 llegadas y 56 salidas); Ibiza, con 70 operaciones (34 llegadas y 36 salidas); Alicante-Elche, con 62 operaciones (31 llegadas y 31 salidas), y Málaga, 59 operaciones (30 salidas y 29 llegadas).
Las aerolíneas están incrementando los vuelos para hacer frente al tirón de la demanda. Desde que el Reino Unido anunció el levantamiento de esta cuarentena las reservas han aumentado un 400%, aunque partían de niveles muy bajos, según fuentes de la Asociación de Líneas Aéreas (ALA).
Iberia tiene tres frecuencias con Reino Unido, operadas con aviones de fuselaje ancho, para cerca de 2.000 plazas diarias y para septiembre tienen ya previstos cuatro vuelos diarios, aunque con flexibilidad para incrementar la oferta si fuera necesario.
Por su parte, Ryanair afirma que las reservas desde el Reino Unido a España han alcanzado un nuevo récord y se sitúan en el punto más alto desde septiembre de 2019, con Alicante, Málaga, Tenerife y Murcia como los destinos más buscados, algunos de ellos creciendo por encima del 500% comparado con la semana anterior La compañía con sede en Irlanda -que ofrece 144 rutas entre Reino Unido y España- añadirá capacidad en julio, agosto y septiembre a los destinos más demandados. Actualmente opera al 80 % de su capacidad respecto de los niveles precovid.
Baleares era el único territorio español que estaba incluido en la lista verde de zonas seguras para viajar, pero ante el auge de los contagios Londres decidió cambiar de opinión y desde este lunes las islas españolas vuelven a entrar en la lista ámbar.
“Ahora se puede viajar con más libertad”, confiesa una turista desde Palma
En el aeropuerto de Palma esta mañana monopolizaban las pantallas de los vuelos de llegada los procedentes de ciudades de Alemania y de los países nórdicos. Antes de las diez han aterrizado dos vuelos procedentes del Reino Unido, con pasajeros de Newcastle y de East Midlands, perfectamente organizados por el turoperador Jet2 Holidays. En la zona exterior de la terminal, los empleados de la agencia daban la bienvenida uno por uno a las familias, parejas y grupos de amigos que, cargados con maletas, buscaban los autobuses organizados hacia diferentes localizaciones de la isla. “Venimos 10 días a la zona de Pollença” explica Bratka, de origen polaco y residente en Newcastle, que muestra su documento con la pauta completa de vacunación, el que han tenido que exhibir en los controles sanitarios y de pasaportes instalados en la terminal. Está eufórica porque es su primer viaje tras el confinamiento y cree que la gente en el Reino Unido está muy contenta “porque ahora se puede viajar con más libertad si estás vacunado”.
El portavoz del Govern balear, Iago Negueruela, ha resaltado este lunes que a pesar de la entrada de España en la lista ámbar del semáforo covid más de 35 millones británicos tienen “más facilidad” para viajar al permitirse la movilidad de personas con doble pauta de vacunación. Negueruela ha destacado que solo hace falta “echar un vistazo a las calles” para darse cuenta de que “hay temporada turística” y que las decisiones del Reino Unido en este caso, no están teniendo efectos en las reservas.
En el aeropuerto de Palma, Ben, que ha llegado en el mismo vuelo, explica que en el Reino Unido la mayor parte de la población tiene la doble pauta de vacunación y pronto todos los jóvenes estarán también inmunizados contra el coronavirus. “Estoy muy contento, es el primer viaje después de meses con fuertes medidas. Vengo completamente vacunado y eso me hace estar seguro” señala. A punto de subir al autobús del turoperador está Nina, que ha llegado con su novio para pasar una semana en la zona de Palmanova-Magaluf. Ninguno de los dos tiene la pauta completa de vacunación y tendrán que someterse a una cuarentena a su regreso. A pesar de ello, Nina dice que le compensa el viaje: “He pagado extra para hacer una cuarentena de cinco días. Si no pagas la cuarentena es de 10 días, pero he decidido pagar un extra para hacerla de cinco” dice contenta esta joven de Nottingham.
En el vuelo procedente de East Middlands han llegado las amigas Alice y Deb, que esperan pasar 10 días de playa y sol en Alcúdia. Ambas están vacunadas y agradecen no tener que confinarse a su regreso, aunque tenían las vacaciones reservadas con posibilidad de cambiar las fechas. “La gente necesita salir después de los meses de confinamiento, necesitábamos sentir que estamos de vacaciones” señala Alice. En el mismo vuelo ha llegado el matrimonio de Martin y Sarah con su hija de siete años. Ellos están vacunados, aunque la niña todavía no. “Creemos que ahora mismo es bastante seguro viajar. Nosotros vamos a un hotel de la zona de Pollença, los hoteles tienen muchas medidas de seguridad y además estamos vacunados”, explica ella, que no cree que tengan problemas durante sus vacaciones.
“Hemos venido el primer día que hemos podido”, dicen unas mellizas recién aterrizadas en Málaga
Las mellizas Claudia y Lucía Sosa, de 18 años, portaban este lunes por la mañana coloridos carteles con un “Welcome!” escrito en grande. Cerca de las once de la mañana esperaban, impacientes, en el exterior de la terminal de llegadas del aeropuerto de la Costa del Sol. Cuando sus amigas Maya, Caitlin y Ashleigh aparecieron todo eran gritos, abrazos y maletas por los suelos. Se conocieron estudiando en Londres y las británicas no habían podido viajar a España para el reencuentro debido a la crisis sanitaria. “Hemos venido el primer día que hemos podido”, decían al unísono. Como el suyo, Málaga recibía esta mañana vuelos desde Liverpool, Dublin, Leicestershire, Leeds o Birmingham. Más de 30 en toda la jornada procedentes de las islas británicas. “Ya pueden venir sin cuarentena, pero falta tiempo para que se note. La mayoría son todavía residentes”, afirmaba Armando Palacios, del grupo Mijas Transfer, que esperaba a John Maddock, residente en dicho municipio.
La Costa del Sol lleva meses esperando al turismo británico, que representa un tercio de su negocio: en 2019 llegaron tres millones. “Hubo un pico de reservas cuando se anunció el fin de la cuarentena, pero muchas no se han confirmado luego”, afirma José Luque, presidente de la Asociación de Empresarios Hoteleros de la Costa del Sol (Aehcos), que define esta temporada como “de gran volatilidad” y cree que hasta otoño no se normalizará la situación.
“La noticia del fin de la cuarentena es muy buena, pero ha llegado tarde. El mercado británico baja mucho en julio y agosto”, dice Miguel Sánchez, fundador de la cadena MS hoteles. “Además, esta época es de vacaciones familiares y si algún miembro de la familia no tiene vacuna, ¿lo dejan atrás?”, se pregunta el hotelero, que, al menos, celebra que hoteles como el Amaragua, referente en Torremolinos, haya podido abrir (aunque uno de cada cinco establecimientos permanece cerrado). Como casi todos los del litoral malagueño, roza el lleno fines de semana mientras de lunes a viernes apenas se queda al 50%. “Nos está salvando el turismo nacional”, apuntaba Juan Rueda, que posee un supermercado junto a la playa”. “Nada, este año nadie habla inglés”, confirmaba José, uno de los hamaqueros de la playa de La Carihuela que confía en no repetir las cifras del verano pasado. “Sería mi ruina”, concluye.
“Más seguro que en casa”, asegura un visitante de Canarias
La sala de llegadas internacionales del Aeropuerto Internacional de Gran Canaria comienza a llenarse con stands de empresas que ofrecen actividades a los turistas. En sus columnas se apoyan ya algunos chóferes con carteles en lo que hay escritos nombres inequívocamente británicos, a la espera de dos de los 16 vuelos procedentes de Reino Unido que tenían previsto llegar este lunes a Gran Canaria y Tenerife, los dos principales centros turísticos de las islas. Los viajeros británicos suponen el 37% de los que visitaron la región en 2019.
“Estoy más seguro aquí que en mi casa”, asegura un eufórico y bronceado David Shepherd, procedente, junto a su mujer, de Paigton (sur de Inglaterra). Él y su mujer Michelle son asiduos a la isla y decidieron ya hace ocho semanas visitar Gran Canaria para pasar sus vacaciones. Aunque hubiesen tenido que hacer cuarentena a su vuelta.
Sí es la primera vez en la isla para Robbie Lyndon y Sarah Barnes, una pareja de Bristol, ciudad de la que procede el vuelo de Ryanair que los ha llevado a la isla. “Decidimos comprar el billete hace una semana. Estábamos hartos de estar en casa, y ya llevamos tiempo vacunados con la pauta completa”.
“Es hora de vivir un poco la vida otra vez, sentencia en este sentido Louise Webb, que viaja por octava vez al archipiélago. “Estábamos locos por venir a Canarias. Ya estamos vacunados, es hora de vivir nuestras vidas”, sentencia.
Todos los turistas coinciden en calificar de “liosa” la gestión del primer ministro británico Boris Johnson. “¿De verdad quieres que te diga lo que pienso sobre su gestión”, ríe Barnes. “Pues ha sido una locura con tantos cambios de criterios para ver si podíamos viajar o no”, se limita a decir. “Espero que en España haya sido todo más sencillo”.
“Notaremos la llegada a final de mes”, avisan en el sector
La llegada de turismo británico de vacaciones a Cataluña a lo largo de este verano se prevé paulatina, en función de si se trata de turistas ya vacunados y, en cualquier caso, no será ni mucho menos explosiva. Pese a que se han programado más vuelos de diferentes rutas de Reino Unido a los aeropuertos catalanes, el sector de los tour operadores apunta al aplazamiento de operaciones al mes de agosto y septiembre, a la espera de una mejor situación epidemiológica.
En todo caso, en los aeropuertos sí que hay más movimiento. En el de Barcelona, por ejemplo, se han pasado de 10 vuelos el pasado lunes 12 de julio a 17 llegadas de este lunes. Y son los aeropuertos de Girona y Reus, cerca de poblaciones de litoral a las que el turismo británico es más fiel o tiene propiedades en ellas, donde se registrarán más llegadas de forma progresiva. Por ejemplo, en el de Girona-Costa Brava que inició el tráfico aéreo con Reino Unido el pasado viernes, entre este lunes y el que viene están programadas 21 llegadas de ocho rutas diferentes, lo que supone una media de tres vuelos diarios. En el de Reus, se ha pasado de siete llegadas en la semana del 12 al 18 de julio a 13 desde hoy hasta el domingo, casi dos vuelos diarios.
En Lloret, donde los británicos eran los terceros entre el turismo extranjero, esta temporada las perspectivas son de mirar hacia el mes de agosto y, sobre todo, a partir de septiembre. “Para nosotros julio ya está perdido”, resume Jordi Martí, presidente del gremio de las Agencias de Viajes de la Costa Brava.
En la Costa Dorada, una de las preferidas del turismo británico, están expectantes a lo que pase tras la luz verde británica, informa Marc Rovira. “Es muy reciente y aún no lo hemos notado, pero calculamos que las reservas pueden empezar moverse esta semana y que notemos las llegadas a final de mes”, valora Xavier Guardià, portavoz de la Federación empresarial de hostelería y turismo de Tarragona (Feht). En la costa de Tarragona, el cliente inglés e irlandés representa el 13% de la ocupación en una temporada buena. El sector está convencido de la recuperación: “Del mismo modo que los hoteleros tienen ganas de trabajar cuando les dejan hacerlo, los turistas quieren viajar, tan pronto puedan”, añade Guardià.
Todos vacunados con dos dosis
Steven Errington llega desde Manchester con una maleta enorme, dos hijos menores, adolescente y niña, y dos montañas de papeles metidos en sendas fundas de plástico. Va a pasar una semana con sus padres, que viven en Cabo Roig, una zona mayoritariamente británica de Orihuela Costa (Alicante). Todo el papeleo sirve para demostrar, si se lo piden, que él está vacunado con las dos dosis y que tanto él como los pequeños se sometieron a un test de antígenos antes de embarcar esta mañana rumbo al aeropuerto de Alicante-Elche Miguel Hernández. Sabe que en España aún existen las restricciones de la pandemia que Boris Johnson ha eliminado en el Reino Unido. “No tiene sentido”, declara con la mascarilla puesta, “allí la pandemia es mucho peor”.
Steven es uno de los británicos que ha desembarcado el día que Boris Johnson, primer ministro británico, ha llamado Freedom Day (Día de la Libertad). Dos aviones procedentes de las islas llegan al mismo tiempo. Uno de Gatwick (Londres) y otro de Manchester. Ninguno de los dos estaba lleno, señalan todos los viajeros, lo cual desinfla un tanto las expectativas que se habían creado en el aeródromo alicantino. Las cifras invitaban a despejar el desencanto de un verano sin británicos, primordiales en el turismo de la provincia. 221 vuelos en total, 62 con origen o destino en Gran Bretaña. Algo más que los 24 enlaces británicos del lunes pasado, pero muy lejos de las cifras de 2019, cuando por el aeropuerto Miguel Hernández despegaban o aterrizaban en torno a 140 aviones cargados de turistas del Reino Unido cada día, informan desde Aena.
Antes de su llegada, los trabajadores de la terminal mezclan ilusión con escepticismo. José Antonio, del servicio de limpieza, señala que en los últimos días “han llegado más turistas, pero no tanto como se esperaba”. Oihana, tras el mostrador del punto de información turística, sostiene lo mismo. “La semana pasada fue una locura”, recuerda, por el aluvión de pasajeros de la UE. Hoy, todo está “muy tranquilo”. Noel y José, de Radio Taxi, esperan a sus respectivos clientes con el típico cartel impreso con el nombre completo. “Nos han quitado unos vuelos por las restricciones de Alemania o Francia”, dice Noel, “y nos han puesto otros”. Los británicos. El gran maná del turismo en la Costa Blanca. “Llevamos 8 o 10 días con una leve mejoría”, corroboran Ramón y Jaime, taxistas. “Pero el británico es el que se deja el dinero porque hay que llevarlo a Benidorm”.
En la capital turística alicantina, sin embargo, prefieren la prudencia. “La gran mayoría de los británicos que vendrán estos días”, asegura Toni Mayor, presidente de la patronal hotelera Hosbec, “son de segundas residencias, un mercado que se dirige a otros puntos de la provincia”. Mayor augura afluencia de mayores, ya vacunados, y familias que, “con lo que está pasando en todo el mundo”, han optado por la seguridad de destinos cercanos y clásicos, como España. Como Benidorm, donde el 72% de los hoteles ya están abiertos y se registran ocupaciones del 60% entre semana y del 90% los fines de semana, según los datos de Hosbec. “Si tenemos suerte y esto no va a más”, confía, “podremos normalizar la situación en dos o tres semanas”.
Conforme llegan los pasajeros de los vuelos británicos, los augurios de Mayor se confirman. Muchos de ellos hablan español. Muchos otros, checo, ya que coinciden con un vuelo procedente de la ciudad de Pardubice. Cuando el hall de recepción del aeropuerto ya casi se ha vaciado otra vez, dos ancianos se levantan de sus asientos. Despacio, se dirigen hacia la puerta de llegadas, por la que aparecen Shaun y Celia Cockrell, ataviados con mascarillas de plástico transparente, las que parecen de soldador. Los cuatro se funden en un abrazo “nueve meses” después. El matrimonio, ya vacunado, ha salido esta mañana de Preston, ciudad universitaria del noroeste de Inglaterra, para visitar a sus padres, que llevan 20 años viviendo en Xàbia (Alicante). “Estábamos deseando venir”, señala Shaun, que lamenta el levantamiento de las restricciones en su país. “Todavía no era el momento”, alega, “hemos tenido 55.000 infectados en un día”. Su madre, que ha servido de intermediaria para El País, ya no aguanta más. “¿Nos podemos ir ya?”, pregunta. Tienen dos semanas para estar juntos y de vacaciones. Por fin.
El ‘día de la libertad’
El Freedom Day (Día de la Libertad), como han bautizado en el Reino Unido, al día que se levantan las principales restricciones de movilidad, llega este lunes cuando el país sufre el aumento de casos de infecciones por covid, debido a la variante delta, más elevado del mundo, según Bloomberg. Hoy estaba prevista la reapertura total de la economía golpeada por la recesión más profunda en sus 300 años de historia. Pero el levantamiento de las limitaciones a la movilidad se produce en un contexto de crecientes infecciones y conflictos políticos para Johnson.
El Reino Unido sumó más de 54.000 nuevos contagios el sábado y casi 48.000 el domingo, un ritmo de infecciones más elevado que Indonesia, actual epicentro mundial de la pandemia, según los datos recopilados por la Universidad Johns Hopkins.
Las aerolíneas, Ryanair e easyJet entre otras, han aumentado frecuencias y capacidades con el Reino Unido, aunque también con otros emisores importantes, como Alemania, en previsión de que se anime una demanda retraída por el aumento de los contagios, lo que había provocado cancelaciones y caídas de reservas en diversas zonas del país.
El pasado viernes Londres anunció que los viajeros que regresen a Inglaterra procedentes de Francia deberán seguir guardando desde este lunes una cuarentena de 10 días aunque estén totalmente vacunados, contra su decisión inicial de permitirles entrar sin necesidad de aislarse. De momento, solo afecta a ese país.
La evolución del turismo británico es clave para los números en España, porque se trata del primer emisor de turistas, con más de 18 millones de entradas en 2019, a los que ahora se levantan las restricciones para venir si están vacunados (unos 35 millones de ciudadanos).
Recuperación en junio, antes de la eclosión de la variante delta
España recibió más de 2,3 millones de pasajeros procedentes de aeropuertos internacionales el pasado mes de junio, un 75,8% menos que en el mismo mes de 2019, aunque supone la mejor cifra desde el inicio de la pandemia, según datos de Turespaña.
La puesta en marcha anticipada del Certificado Covid Digital de la Unión Europea desde primeros de junio en España y la autorización de los viajes no esenciales desde el Reino Unido han tenido un impacto positivo en las llegadas de pasajeros internacionales y ha permitido iniciar la temporada estival “antes y en mejores condiciones que en 2020”, ha valorado el secretario de Estado de Turismo, Fernando Valdés.
Las medidas de apertura al turismo supusieron un repunte de reservas en junio para las llegadas desde el Reino Unido, un mercado principal para España que, desde su salida efectiva de la UE a principios de 2021, estaba prácticamente inactivo, según apuntan desde Turespaña. Sin embargo, el pasado junio, viajaron a España 156.341 pasajeros procedentes de aeropuertos británicos, un 232% más que en mayo.
Por lugar de origen, Alemania fue en junio el principal emisor de pasajeros, con 579.059 viajeros, el 24,8% del total, que se dirigieron fundamentalmente a Baleares. Le sigue Francia, con 247.752 personas (10,6% del total), que tuvieron como principales destinos Cataluña y la Comunidad de Madrid.
Desde Italia llegó el 9% de los pasajeros (209.177), que se dirigieron principalmente a Baleares y Madrid, mientras que Países Bajos emitió el 7,6% del total de viajeros (176.737) y que tuvieron como destinos principales Baleares, Comunidad Valenciana y Andalucía.
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