Un operador, en el parqué de Wall Street.Allie Joseph (AP)
El temor de los mercados a una recesión y a mayores subidas de tipos por parte de la Reserva Federal (Fed, banco central) ha provocado este lunes la mayor caída de Wall Street en dos meses. La sesión, que había abierto en rojo, ha cerrado con una pérdida del 2%, a sólo tres días de la tradicional reunión de los gobernadores del banco central en Jackson Hole (Wyoming). Los inversores aguardan con inquietud los comentarios del presidente de la Fed, Jerome Powell, este viernes, sobre las perspectivas económicas, si bien en su última comparecencia, en julio, no aventuró ningún rumbo sobre la cuantía o el ritmo de futuras subidas, según las actas de dicha reunión.
Gracias a los buenos datos de empleo y a la ligera moderación de la inflación en julio (en tasa interanual alcanzó el 8,5%, frente al 9,1% de junio), los pronósticos sombríos sobre la posibilidad de una recesión parecían haberse evaporado. Pero la caída del índice de referencia S&P 500, del 2,1% —su peor registro desde el 16 de junio—, y el 2,5% que se ha dejado el tecnológico Nasdaq, un resultado que equivale prácticamente a perder lo ganado en agosto, reflejan de nuevo que el miedo no ha abandonado de todos los mercados. El Dow Jones de Industriales perdió un 1,9%.
El primer semestre del año fue negativo para la bolsa, que entró en territorio bajista al perder el 20%. Pero los resultados del último mes y medio permitían albergar la esperanza de haber dejado atrás la tendencia negativa. Ítem más, la presentación de resultados mejores de lo esperado por parte de varias grandes empresas parecía confabularse, junto con los datos de empleo e inflación, para avanzar en la buena senda. La caída de este lunes sigue al moderado descenso experimentado a finales de la semana pasada, que acabó con la buena racha de cuatro semanas seguidas consecutivas de ganancias, que habían elevado el S&P 500 en más del 17%.
Los 11 índices sectoriales del S&P 500 cayeron durante la mayor parte de la sesión de hoy, liderados a la baja por las empresas tecnológicas, minoristas, de comunicación y servicios. Amazon, la fabricante de microprocesadores Nvidia, que presentará esta semana sus resultados semestrales, Microsoft y Tesla se derrumbaron ya que el rendimiento de los bonos del Tesoro a 10 años aumentó más del 3% por primera vez desde el 21 de julio. Tecnológicas y otros valores de mayor crecimiento a menudo caen cuando aumenta la rentabilidad de los bonos.
El llamado índice de volatilidad CBOE, el indicador de miedo de Wall Street, subió a 24,4, su nivel más alto en más de dos semanas. Todas las miradas están puestas en el discurso de Powell este viernes, para tener más pistas o indicios sobre la agresividad de los próximos movimientos de la Fed. Nadie descarta nuevas subidas de tipos en septiembre, ya que, pese al descenso del precio de la gasolina -que tarda más en notarse en el IPC-, la inflación core o subyacente no ha variado prácticamente en los últimos meses. La presión de los alquileres y los precios de la alimentación mantienen la inflación en niveles históricos desde los ochenta y restan posibilidades al presidente Joe Biden, en las elecciones de medio mandato de noviembre, en las que los republicanos esgrimen la baza inflacionista para atacar a su rival.
La Fed probablemente subirá las tasas de interés en 50 puntos básicos (pb) en septiembre, según economistas encuestados por Reuters. Sin embargo, el cálculo de los operadores oscila entre un aumento de 50 puntos básicos y un incremento de 75pb igual al de julio, después de que algunos representantes regionales de la Fed rechazaran recientemente la moderación en pro de un frenazo más eficaz y tajante a la inflación, pese al riesgo que enfriamiento excesivo de la economía, o incluso de recesión (tras dos trimestres consecutivos de contracción, EE UU habría entrado ya en recesión técnica, si bien los expertos difieren acerca de la calificación). La buena salud del mercado de trabajo actúa de momento como colchón frente a los peores pronósticos.
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