No les ha dado demasiadas alegrías desde su llegada la temporada pasada, pero el espectáculo de anoche hizo olvidar un día la inversión millonaria. Russell Westbrook sonrió y bailó para la afición de Los Angeles Lakers durante la victoria por 128-109 sobre los Portland Trail Blazers. El cuestionado base, con dos triples preciosos sobre la bocina, se lo pasó en grande y se ganó la ovación de su público, más acostumbrado a pitarle e insultarle últimamente.
El primer ‘buzzer-beater’ de la jornada para Russ llegó justo antes del descanso. Un triple en suspensión, cayendo hacia atrás, dejó extasiada a las gradas. No se le recordaba un tiro así desde… nunca. Su tiro puso a los Lakers 66-62 camino a los vestuarios.
Pero el tío tenía todavía más. Al final del tercer cuarto, Westbrook dejó el choque visto para sentencia con un triple desde el medio campo que también entró, ante la incredulidad de todos los presentes, sobre el estruendo de la bocina.
Gracias a sus dos proezas en 12 minutos de reloj, los Lakers pudieron escaparse 97-82 rumbo al último cuarto, donde confirmaron su triunfo sobre unos Blazers blandos sin la presencia de Damian Lillard. Westbrook metió tan solo esos dos triples de seis intentos y aportó 10 puntos (4-14 TC) en 23 minutos de juego.