La burbuja de la NBA está libre de coronavirus. Así lo han confirmado al menos la última serie de pruebas realizadas por la competición a todos sus jugadores. En este entorno libre de virus en medio de la pandemia, que sigue empeorando en Estados Unidos, ha aterrizado un Russell Westbrook que llega muy justo a la concentración previa al reinicio del curso.
El base y segundo de a bordo de los Houston Rockets, uno de los equipos que aspira a luchar por llegar lejos en los playoffs desde la conferencia oeste, está ya guardando la cuarentena preventiva de 48 horas que la liga requiere para los miembros que quieren entrar a la burbuja después de haber superado el coronavirus en casa.
El protocolo de la competición establece que el jugador deberá pasar al menos otras dos pruebas y dar negativo en ambas para poder unirse a sus compañeros, un hecho que Mike D’Antoni, entrenador de Houston, espera que se dé el jueves o viernes.
Precisamente, el viernes los Rockets tendrán su primer encuentro de entrenamiento contra los Toronto Raptors y dificilmente podrán contar con uno de sus referentes.
“Espero que cuando esté libre de todo esté preparado para el 5 contra 5 y todo esto”, comentó D’Antoni. “Pienso que el viernes es algo pronto. Dependerá del equipo médico y el propio Russell, ver cómo se siente en los días anteriores. Esperamos que pueda estar en un par de prácticas con nosotros y después estar listo para jugar”.
Westbrook llegó a Orlando con los diseños reivindicativos de su compañía de ropa Honor The Gift listos para ser enviados a los jugadores en un acuerdo con la NBPA para extender los mensajes de justicia social y lucha antirracista que los miembros del colectivo NBA quieren enviar aprovechando su altavoz mediático.
Los Rockets han echado de menos Westbrook, pero también a Luc Mbah Moute, que firmó como jugador de substitución después de la renuncia de Thabo Sefoloshoa y todavía no ha sido autorizado a viajar dentro de la burbuja Disney de la NBA.
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