Russell Westbrook, apuntada su decadencia como también imagen del declive de los Lakers, dio la mano al equipo para precipitarse juntos, a nivel individual y colectivo, a sus peores récords en años con la derrota contra Minnesota Timberwolves (111-102). En el banquillo el base, no era suplente desde 2008. Dato llamativo, pero anecdótico al lado del mastodóntico nuevo dato negativo que azotó a los Lakers, ya que con este balance de 0-5, igualan el peor inicio -temporada 14-15-, desde que la franquicia se trasladó a Los Ángeles, allá por 1960. Un dato con mucho de irónico también para un equipo que atrae todos los males: fueron a igualar el récord negativo justo en su anterior hogar, Mineápolis.
Entre ironías, pero también en paradojas andan los Lakers. Porque el día en el que Russell Westbrook mejoró -18 puntos y 8 rebotes-, también perdió. Porque en la temporada en la que se adivina que LeBron James, ajeno a la vejez -28 tantos, 7 rebotes y 5 asistencias-, va a superar a Kareem Abdul-Jabbar como máximo anotador de todos los tiempos, se presagia también otro año infame para la franquicia angelina, que quiere, pero, sencillamente, aunque suene reiterativo, no puede. Y todo eso eclipsa a un LeBron que superó a Karl Malone como jugador con más partidos con 20 puntos o más con 1.135.
El equipo de Darvin Ham, desprotegido en la pintura sin Anthony Davis por lesión, se volvió a caer al final tras un partido de marcador ajustado y capituló ante el poderío de la pareja interior que conforman Rudy Gobert (22 puntos y 7/11 en tiros de campo) y Karl-Anthony Towns (21 tantos, 14 en el último cuarto y 8/17 en TC) y Anthony Edwards, 29 tantos y 11/22 en lanzamientos. En los Lakers, más allá de ‘Russ’ y ‘Bron, poco más, apenas 12 puntos de Trey Brown Jr. y otros 12 de Austin Reaves.
Westbrook cuajó su mejor partido de la temporada saliendo desde el banquillo
Tan cierto es que Westbrook mejoró como que sigue sin estar bien, como para continuar siendo carne de traspaso, lejos de justificar los 47 millones que se embolsará este año, segundo mejor pagado de la NBA sólo tras Stephen Curry. El cuestionado base acumuló fallos en el tramo final y su serie de tiros (6/17) y de triples (1/6) dejaron mucho que desear, así como su escaso cuidado del balón, 3 asistencias pero también 5 pérdidas.
Pero fue su mejor partido de la temporada y pareció sentarle bien la suplencia. Alcanzando récords negativos y con la reafirmación de la duda de si Anthony Davis podrá aguantar sano toda la temporada, a algo positivos se tiene que aferrar estos negados Lakers.