Andrew Wiggins ha encontrado su sitio. En estos playoffs se ha confirmado como un jugador mucho más que aprovechable y anoche lo corroboró con una fantástica actuación que se tradujo en el triunfo de los Golden State Warriors.
26 puntos, diez de ellos en el último cuarto, y 13 rebotes para un jugador que resultó providencial para sumar la tercera victoria de estas Finales, que deja a los Warriors a un paso del anillo.
Tras el encuentro, Wiggins tenía claro su mensaje: “La mentalidad es de mantenerse agresivos, atacar el aro. No hay más”. Así lo hizo durante todo el encuentro, culminando esta consigna con un mate brutal en los minutos finales.
Además, habló sobre su rol y lo que puede aportar en este equipo: “Voy a hacer lo que haga falta, ya sea meter puntos, capturar rebotes o defender. Lo que sea con tal de ganar“. Y así fue, los Warriors se impusieron 104 a 94 y ya tienen el título al alcance de los dedos.
Para Wiggins, atascado en el infierno de Minnesota durante años, esta situación es “una oportunidad única en la vida“. Tras el encuentro no pudo esconder su alegría y declaró que no podía “esperar al partido del jueves”.
Los Warriors se la jugarán en Boston, buscarán su cuarto anillo en los últimos ocho años en el TD Garden, el que sería el primer título de Andrew Wiggins.