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Willy Hernangómez y el ejemplo de Ricky Rubio: 'Never too high, never too low'

Willy Hernangómez y el ejemplo de Ricky Rubio: 'Never too high, never too low'

Willy Hernangómez está pasando una temporada complicada con los New Orleans Pelicans, aunque todas las dificultades no evitan que (casi) siempre sonría cuando comparece en público dentro y fueras de las canchas de la NBA. Anoche, quizás más que nunca este año. En rueda de prensa se mostró encantado de poder contar con minutos de calidad y firmar su mejor partido del curso, un doble-doble de 22 puntos, 16 rebotes y 4 asistencias en la victoria contra los Sacramento Kings por 136-104. “Me lo he pasado muy bien. Me encanta jugar a baloncesto”, declaró con una sonrisa de oreja a oreja.

Pudiendo entregarse a la euforia por su tremendo partido, el pívot madrileño optó una vez más por la ejemplaridad y profesionalidad más absolutas. Después de atender a los medios y ya en casa, lanzó un mensaje en las redes sociales siguiendo el gran ejemplo de Ricky Rubio, su compañero de selección y colega en la competición estadounidense. “Never too high, never too low”. Ni demasiado arriba, ni demasiado bajo.

Los orígenes del ‘never too high, never too low’

El lema favorito del base de El Masnou, que adoptó esta filosofía en 2015, cuando era miembro de los Minnesota Timberwolves, ha sido un ejemplo desde entonces para el entorno del jugador. Entre los beneficiados, algunos de sus compañeros españoles, como el caso de Willy. ¿Pero por qué se aferró Ricky a este dicho? Así lo explicaba en el podcast de El Reverso en NBA ID:

“Justo cuando Flip enferma, llama a un preparador físico que había estado 25 años en Detroit. Y él viene a Minnesota a hacer un papel general. Me enamoré de su filosofía. Es una persona muy próxima y es de las pocas personas que ha conectado rápido conmigo en este mundo tan profesional donde, no falso, pero es difícil encontrar personas tan puras. Me ayuda en un momento muy difícil de mi vida.

Nos llevaba a cenar cuando íbamos de viaje e incluso en Minnesota también, muchas veces después del entreno. Cuando me veía mal. Sabía qué pasaba. Es una persona que ha pasado por mucho después de 25 años en Detroit. Sabe muy bien cómo funciona la liga y es una persona muy querida. Entonces, me dijo, ‘Mira Ricky, en la NBA yo he aprendido el never too high, never too low, pero lo puedes aplicar también en tu día a día’.

Esta filosofía sirve mucho. Yo le decía que quería celebrar cuando gano. Y él me respondía que celebrar podía celebrar, pero que no podía perder mi visión y saber quién soy. Por mucho éxito o fracaso que tuviera en la vida, no me podía desviar de esa línea. Que sea sólido y vaya construyendo poco a poco en el día a día”.

Más allá de grabarse a fuego esta filosofía, Ricky empezó a compartirla públicamente durante los playoffs de 2018, concretamente un 22 de abril después de una gran victoria con los Utah Jazz con actuación destacada suya. Pocos días después, el día 28, el catalán celebraba la clasificación de los Jazz para las semifinales de conferencia, pero desafortunadamente se despedía de los playoffs por lesión. Una vez más, recurrió a su célebre dicha.

Willy y la incógnita del mercado

Siguiendo el ejemplo de su amigo y compañero, el mayor de los Hernangómez recordó que no debía subirse por las nubes ni deprimirse cuando las cosas no salen. Ha sido la historia de esta temporada y también de las anteriores, en unos Pelicans donde ha vivido grandes momentos pero también muchas etapas de poco juego y oportunidades. Además, en las últimas semanas han aparecido rumores de un posible traspaso del español a equipos de categoría como los Boston Celtics y los Miami Heat.

En medio de todo ello, Willy no se volvió loco por su partidazo. En la temporada 2022-2023, el madrileño ha contado con menos minutos de juego –ha pasado de 18 en la 20-21 y 16,8 en la 21-22, a 12,7– y ha disputado 28 partidos de los 55 totales de su franquicia, apenas el 50%.

A pesar de todo ello, y aunque sí mostró en algún momento la frustración por su situación en la NBA, Willy remarcó anoche que siente el apoyo de la afición por el equipo, en otro ejemplo de su profesionalidad. Hasta que le digan lo contrario, juegue más o juegue menos, él será un miembro incondicional del grupo de los Pelicans, donde se ha ganado el cariño de las estrellas del vestuario. “Nos apoyan de forma increíble todo el año. Sentimos el apoyo y parece que jugamos con más jugadores en la pista”, comentó sobre el pabellón. Sobre él, sus compañeros lo tienen claro. “Willy y yo hablamos de todo eso y de su tiempo en cancha. Le digo ‘ojalá jugara más contigo’, pero él entiende cómo es este deporte. Tenemos un equipo muy completo y cuando le llaman para jugar siempre da un paso adelante”, le elogiaba hace unos meses Zion Williamson, referente de la franquicia.

Aunque prácticamente nunca ha contando con oportunidades como las de anoche, con 28 minutos de juego –la primera vez que pasa de los 25 esta temporada–, Hernangómez sigue su particular proceso en la mejor liga del mundo. Never too high, never too low, como le enseño Ricky.




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