Xandra Falcó, pasión por los vinos y reina del lujo en España


El 20 de marzo de 2020 la muerte por coronavirus de Carlos Falcó, marqués de Griñón, trastocó el devenir de la variopinta familia que formó en sus 83 años de intensa e inquieta vida. Cuatro matrimonios, cinco hijos y su pasión por el mundo del vino, y más tarde del aceite, marcaron su recorrido y, de alguna forma, también el de sus descendientes. Xandra, la segunda de los hijos que tuvo con su primera esposa, Jeannine Girod, es ahora la heredera natural de los caminos que recorrió junto a su padre. Tras la separación de sus progenitores vivió con él la mayor parte del tiempo y se empapó de su amor por los viñedos en su finca de Malpica del Tajo. En su horizonte continúa presente la empresa vitivinícola que Carlos Falcó mimó y su visión de que el mundo del lujo necesitaba representación en España.

Tras la desaparición de su padre, Xandra (52 años), que desde 2012 y hasta principios de 2019 fue directora general y consejera delegada de la empresa familiar, Marqués de Griñón Family Estates S.A., deberá tomar decisiones importantes. La primera ha sido aceptar el relevo en la presidencia del Círculo Fortuny, la asociación que el marqués de Griñón creó en 2011 para reunir a las marcas de alta gama españolas y potenciar su imagen. La segunda, valorar si retoma un cargo ejecutivo en las empresas de la familia. Una decisión más incierta a corto plazo después de que desde que lo abandonara un equipo gestor sea quien se encarga de esta tarea. Un cambio que algunos medios atribuyeron a los desencuentros que provocó el último matrimonio de Carlos Falcó con Esther Doña y cómo influyó en su estilo de vida e incluso en sus iniciativas empresariales.

Xandra –tampoco el resto de sus hermanos– ni ha afirmado ni desmentido nada sobre este asunto porque la discreción forma parte de su ADN. “Son momentos muy duros, Xandra prefiere centrarse en su trabajo”, ha sido el argumento esgrimido por sus asesores para excusar ser entrevistada para este artículo. Pero la marquesa de Mirabel, título que recibió de su abuela materna, sí contestó a Paloma Barrientos, una periodista a la que le une una cercanía personal: “Voy a volver, eso es seguro. No sé cuándo pero es mi mundo. Compartí y aprendí mucho con él y de él”, ha afirmado en referencia a su padre. “Me inculcó la tradición, su amor por el campo, por las viñas, por el proceso del vino. La bodega sigue funcionando perfectamente con un equipo gestor”.

También está en orden la piña familiar que era tan importante para su padre y en la que ella actúa como bisagra bien engrasada. Con su hermano mayor, Manuel –codirector global de banca de inversión del grupo Citi y calificado por Financial Times como uno de los 10 financieros más influyentes de Europa– le une la complicidad de la infancia e ir de la mano en la gestión de los negocios de la familia. Con Tamara, la hija que Griñón tuvo con Isabel Preysler, mantiene una relación excelente que se pudo constatar en la final de MasterChef y en la emoción que sintió al ver cómo ganaba el concurso de cocina. Y con Duarte y Aldara, hijos de Fátima de la Cierva y muchos más jóvenes que ella, continúa activo ese grupo de whatsapp en el que se comunicaban con su progenitor y en el ahora todos se mantienen dispuestos a ayudarse, como se esforzó en conseguir su padre.

Trabajadora y familiar, así la veía su padre. También una mujer poco dada a la publicidad y la vida pública. Xandra, que estudió Marketing y Dirección y Administración de empresas en Madrid, Oxford y París, está casada con Jaime Carvajal, marqués de Almodóvar del Río, licenciado en ingeniería en la Universidad de Princeton pero que ha desarrollado su actividad profesional en el sector financiero en empresas como Lehman Brothers, el Banco Mundial, el Sabadell, EVO y actual consejero delegado del grupo Arcano. La pareja tiene tres hijas, Isabel de 18 años, Camila, de 16 y Blanca, de ocho años. Y dos paraísos personales: la finca de Toledo donde ella pasó muchos días de su niñez y la casa de Brasil, en Bahía, que compró en 2007 el padre de él. “Un poco el paraíso en la Tierra, por su geografía y por su gente”, como lo han descrito en la familia.

Internacionalización, digitalización y excelencia serán los retos de Xandra Falcó en el reino del lujo español para el que acaba de ser elegida. En lo personal, solo tendrá que seguir la estela de las cualidades que atribuye a su antecesor: “generosidad, modernidad, optimismo y ganas de luchar”. Nada que Carlos Falcó no viera en su hija a quien definió como “la energía, la visión y el liderazgo femenino que necesitamos”.


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