“Xavi es una opción, pero no la única”

En la primera ocasión que Sergi Barjuan salió del área técnica, le indicó a Busquets que adelantara la posición en una falta lateral para encimar a un rival del Alavés. El mediocentro miró alrededor y le negó la mayor con educación, pues levantó las palmas de las manos y se quedó en su sitio porque entendió que haría más trabajo ahí en caso de que colgaran el balón. Barjuan, entonces, comprobó que su papel como interino no pasaba de eso. Una situación impropia para un club como el FC Barcelona, por más que desde la entidad no tengan prisa para dar el relevo. “Xavi es una opción, pero no la única”, resolvió el vicepresidente deportivo, Rafael Yuste; “el área deportiva está trabajando, pero no nos marcamos ningún plazo para el nuevo entrenador”.

Barcelona

1

Ter Stegen, Piqué (Clement Lenglet, min. 69), Óscar Mingueza (Abdessamad Ezzalzouli, min. 79), Alba, Eric Garcia, Busquets, Nico González (Alex Balde, min. 79), Pablo Páez Gavira (Ricard Puig, min. 69), Agüero (Coutinho, min. 41), Sergiño Dest y Depay

1

Alavés

Sivera, Laguardia, Ximo Navarro (Martín Aguirregabiria, min. 19), Rubén Duarte, Lejeune, Mamadou Loum , Toni Moya (Manu Garcia, min. 79), Pere Pons (Pina, min. 61), Luis Rioja, Joselu (Mamadou, min. 79) y Edgar Méndez (Pellistri, min. 61)

Goles 1-0 min. 48: Depay. 1-1 min. 51: Luis Rioja.

Árbitro Jorge Figueroa Vázquez

Tarjetas amarillas Sivera (min. 49) y Rubén Duarte (min. 81)

Lo que sí hizo Barjuan fue el once y se alejó de toda revolución —también condicionado por las numerosas bajas que se agolpan en la enfermería—, pues bien podría haber sido la propuesta del despedido Koeman, toda vez que Mingueza siguió en el lateral derecho y Dest como extremo. Además, dio carrete a Nico en la medular porque se lo ganó en el último envite ante el Rayo, por más que perdiera el equipo y, de paso, el holandés el banquillo. “Todo cambio supone un trastorno”, reflexionó Barjuan antes del encuentro; “así que antes de nada hablamos con los jugadores para saber cómo estaban física y anímicamente”. Por lo que tocó lo menos posible. Aunque, aplicado con los gustos presidencialistas y por tanto cruyffistas, recuperó el dibujo predilecto del ADN azulgrana, el 4-3-3. Pero entre poco y nada cambió el Barça, sheriff sin estrella que hace tiempo que no impone su ley, equipo que no marca un gol ni al arcoíris.

Quizá la gran revolución de Barjuan fue que, por primera vez en muchos años, el equipo salió a calentar antes que el rival, con 35 minutos por delante. En el olvido quedaban las palabras de Spalletti, entonces técnico del Inter, en una eliminatoria europea de 2018: “Los vi salir a calentar diez minutos antes del partido y hasta nos preguntamos si tenían un gimnasio interno para ir calentando. Pero no. Incluso habían ido a recoger a sus niños a los colegios. Si nosotros preparásemos los partidos así, perderíamos 18-0″. Eran tiempos en los que los jugadores se escudaban en la jerarquía de las victorias. Ya no es lo mismo y a este Barça tanto le da, sin llegada ni pegada, tampoco orden.

Así lo aclaró también Piqué, reclamado por Barjuan en el área técnica —con un aspaviento teatral propio de la tensión— y que le respondió pidiendo un botellín de agua, aunque después se corrigiera y asintiera. Algo similar ocurrió después, cuando Piqué y Eric García se acercaron a las inmediaciones de Barjuan y hablaron de cómo sacar la pelota, de cómo fijar las marcas. Al fin, todos a una porque no veían solución a tanto desbarajuste.

Memphis se tapa los oídos

Nunca se le dieron bien los estrenos a Barjuan en el banquillo, que en los cinco anteriores equipos que dirigió (Recreativo, Almería, Mallorca, Hangzhou Greentown y Barça B) solo celebró una victoria, en China. En su auxilio y en el del Barcelona acudió Memphis, que recogió un pase de Coutinho en el balcón del área, se perfiló y soltó un chut delicado y ajustado a la escuadra que se alojó en la red. Un golazo; un oasis porque el Alavés empató en un santiamén.

Memphis se tapa los oídos tras marcar al Alavés.
Memphis se tapa los oídos tras marcar al Alavés.PAU BARRENA (AFP)

Lo extraño, sin embargo, fue la celebración de Memphis, que se quedó quieto a la espera de recibir una melé de los compañeros y, de paso, se tapó los oídos con los dedos índices de la mano. El gesto duró poco, aunque fue suficiente para entender que recriminaba a la afición la falta de apoyo, quizá dolido porque pocos le han dado tanta confianza como Koeman. Algo extraño, en cualquier caso, porque la Grada de Animación no paró de alentar y tampoco es que los 37.278 aficionados se cebaran con un equipo que solo logró tres remates en el primer acto para igualar el peor registro en el Camp Nou desde la temporada 2005-06. El técnico sin embargo, tiene la receta para cambiar el rumbo: “Soy trabajador y a eso nadie me va a ganar. Tengo que ganármelos [a los jugadores] y ahora la manera más fácil es en lo afectivo. Pero para eso hay que ganar también”.

Como broche, Barjuan dejó su sello con Balde (extremo izquierdo) y con el debut de Abde (en el lado opuesto), además de unos minutos para el olvidado Riqui Puig. No se salió con la suya, al Barça se le acumulan los problemas —lesionados Agüero (padeció un mareo y se lo llevaron en ambulancia al hospital, seguramente por protocolo) y Piqué (muscular)—. Todo a dos días de jugarse su permanencia europea en Kiev.

Jordi Alba: “Debemos hacer autocrítica”

Solo Alba, Memphis, Ter Stegen, Busquets, Gavi y Lenglet fueron al centro del campo a aplaudir a la afición. No estaban de humor los jugadores del Barça, que se enredan en la Liga como también lo hicieron en Europa. “Es un punto malo”, señaló Jordi Alba; “y, más aún, por cómo estamos en la clasificación. Pero es que nos cuesta mucho marcar y con poco nos hacen gol. Lo que cuenta es lo que pasa en las áreas”. Así lo vio Barjuan: “No ha habido recompensa. Hemos generado más en la segunda parte, pero ellos en una jugada aislada nos han empatado. Lo habíamos trabajado, pero su empuje y un rebote les ha valido para marcar”. Y agregó: “He tenido poco tiempo, pero sí he intentado ordenarlos y creo que se han aplicado”. Alba, sin embargo, cerró: “Debemos hacer autocrítica y luchar por la Liga. Somos capaces”.

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