Xi advierte en Davos contra una “nueva guerra fría”

Captura de video de la intervención del presidente chino Xi Jinping este lunes ante el Foro Económico Mundial.
Captura de video de la intervención del presidente chino Xi Jinping este lunes ante el Foro Económico Mundial.– / AFP

El presidente chino, Xi Jinping, ha inaugurado este lunes la edición virtual del Foro Económico Mundial (WEF, en sus siglas en inglés) con un llamamiento a evitar una “nueva guerra fría”, en una clara alusión a la nueva Administración estadounidense. Xi ha reiterado su defensa del multilateralismo, la cooperación global para hacer frente a la pandemia y defendió un mayor papel del G20 en la gobernanza económica global, especialmente dada la “precaria” situación de la recuperación.

No le mencionó por su nombre ni tampoco citó a Estados Unidos, pero era fácil intuir hacia quién iban dirigidos este lunes los mensajes del presidente chino en el Foro de Davos. Cinco días después de la toma de posesión y a la espera de que la nueva Administración de Joe Biden lance alguna señal de cuál será el tono de su relación con el gigante asiático, Xi ha hecho este lunes un repaso por la complicada agenda bilateral entre las dos potencias y ha lanzado una advertencia: “Iniciar una nueva guerra fría, rechazar, amenazar o intimidar a otros, imponer a las bravas el desacople de las economías, la cadena de suministros o sanciones y provocar el aislamiento o el estrangulamiento económico solo provocará una mayor división del mundo e incluso llevará a la confrontación”.

En su anterior intervención en Davos, la estación de esquí suiza donde se celebra la reunión anual y de la que el Foro toma su nombre, Xi recibía a la entonces nueva Administración de Donald Trump con un encendido mensaje en defensa de la globalización y el libre comercio. Cuatro años después, y con un abierto enfrentamiento entre ambas potencias, el mandatario chino lanza una advertencia a Biden para que no siga el camino de su antecesor. “Se ha demostrado una y otra vez que empobrecer al prójimo, ir en solitario y caer en un aislamiento arrogante siempre fracasa”, ha añadido.

Este lunes, como en 2017, Xi ha vuelto a erigirse en el defensor del multilateralismo y la cooperación global como vía para abordar los retos aflorados por la pandemia de la covid-19, una “emergencia sanitaria que puede volver a repetirse en el futuro”. Ante un mundo que “no volverá a ser lo que fue”, Xi ha pedido a la comunidad internacional que se adapte a las nuevas realidades que ha dejado la pandemia. “Pese a los billones de dólares empleados en los planes de rescate en todo el mundo, la recuperación global es bastante delicada y las perspectivas son inciertas. Tenemos que centrarnos en las prioridades y equilibrar la respuesta a la covid con el desarrollo económico. El apoyo político macroeconómico debe reforzarse para sacar a la economía mundial de la zona de peligro tan pronto como sea posible”, ha añadido.

Reforma de la OMC

Para Xi, el foro donde abordar todos estos asuntos debe ser el G20, el grupo de los principales países industrializados y emergentes que cobró importancia en la respuesta a la crisis financiera de 2008. El líder chino ha defendido una economía abierta, sin estándares discriminatorios, con reglas y sistemas iguales para todos y la eliminación de las barreras al comercio, a la inversión y a los intercambios tecnológicos. Y ha respaldado tanto la reforma de la Organización Mundial del Comercio (OMC), sumida en una profunda crisis por la negativa del equipo de Tump a renovar sus órganos de arbitraje, como el cumplimiento de los compromisos del Acuerdo de París contra el cambio climático.

Aunque la intervención de Xi se atiene al discurso que ha venido enarbolando el mandatario en los últimos años, algunas partes de su alocución resultaron chocantes bajo la óptica de la situación interna del país. Xi hizo un llamamiento a “abandonar los prejuicios ideológicos y seguir un camino de coexistencia pacífica, beneficio mutuo y cooperación para que todos ganen”, respetando las diferencias históricas, culturales y sociales de cada país. Un alegato sorprendente a la vista de las duras medidas tomadas por su Gobierno contra la comunidad uigur en la región de Xinjiang.


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