Con 30 años cumplidos en julio, Ximo Navarro ha alcanzado la madurez deportiva. Su sobriedad y polivalencia le han hecho ganarse la confianza de Pablo Machín, que está contando con él de manera asidua en este arranque competitivo.
Su estado actual de forma es excelente y frente al Athletic fue uno de los principales destacados en las labores defensivas. Ahora, con cuatro puntos en cinco jornadas, confía en las posibilidades de su escuadra para derrotar al Elche. “Sabemos y hablamos en el vestuario de que va a ser un partido importante, porque nos enfrentamos a un rival directo y en casa hay que sacar los puntos”, asumió ayer al término del entrenamiento matinal.
El babazorro mira sobre todo a su escuadra a la hora de analizar el duelo. “Tenemos que centrarnos en nosotros, porque si estamos serios y hacemos un buen encuentro, tenemos matices para ganar”, aseguró convencido.
A pesar de su condición de recién ascendido, el Elche ha apostado fuerte para reforzarse en su regreso a Primera División, siendo uno de los clubes que más ha fichado en este atípico mercado. “Se han movido mucho y han incorporado a bastantes jugadores en el último día, pero eso no tiene que importarnos y debemos centrarnos en nosotros mismos”, afirmó el albiazul.
Pide tiempo
El andaluz, como es lógico, pide tiempo para que la plantilla se adapte al método del recién llegado Pablo Machín. “Este parón ha servido para asimilar mejor los conceptos del míster y para progresar”, destaca consciente de que “faltan aún muchas cosas para mejorar como equipo”.
Al igual que los jugadores, el nuevo entrenador también vive su particular proceso de adaptación. Poco a poco, va conociendo más a sus futbolistas y encontrando las vías para sacarles el máximo rendimiento. “Ante el Athletic hicimos un gran partido. Defendimos con línea de cuatro y, con el balón, hicimos una zaga de tres”, recordó. “Poder variar y hacer dos sistemas en un mismo encuentro es una ventaja”, incidió convencido del potencial de la actual plantilla, que ha aprovechado el parón para “desconectar” y dejar a un lado la mala racha rota con el triunfo ante el Athletic.
Acostumbrarse al nuevo sistema tiene su peaje. “Al jugar con tres atrás y carrileros cuesta más hacer la presión, porque es hombre a hombre y con las líneas muy adelantadas. No estábamos acostumbrados a ellos y eso nos ha costado algún gol”, argumentó convencido de que el equipo “mejoró bastante” en el derbi. “Ojalá nos dé confianza para ganar el domingo”, indicó.
Revulsivo
Visto el arranque competitivo y los problemas del equipo para asimilar el 1-3-5-2, Pablo Machín dio con la tecla al decidir variar a un 1-4-4-2 más habitual en los últimos años en Mendizorrotza. Lo hizo en el arranque de la segunda parte frente al Granada, en la segunda jornada. A partir de ahí, dejando aparte la mala tarde ante el Villarreal, el Alavés ha mejorado claramente.
En Granada, Ximo Navarro y Rubén Duarte entraron en el segundo tiempo y, pese a perder, el equipo ganó en equilibrio. Ambos futbolistas destacan por su polivalencia, ya que pueden actuar como centrales y como laterales. “Tengo la suerte de poder jugar en dos posiciones y me da igual una que otra”, remarcó el zaguero albiazul.
Ante el Elche, debido a las bajas en la zaga, su concurso se antoja fundamental. Bien como central en una línea de tres o como lateral o central si se juega con cuatro atrás, está llamado a liderar la zaga gasteiztarra este domingo. Gracias a su notable rendimiento, es uno de los que ya se ha ganado la total confianza de Pablo Machín.
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