Este martes, los espacios de opinión de la prensa nacional destacan el influyentismo de algunos miembros de la administración de AMLO, el violento fin de semana en Michoacán y las intenciones de Evaristo Hernández Cruz.
“Templo Mayor”, en Reforma:
“Dentro de la 4T hay quienes le dan el avión a la austeridad. Por ejemplo en el vuelo 686 de KLM con destino a Amsterdam viajaron dos secretarios del gabinete federal. Uno, muy fifí, iba en primera clase. La otra ocupó un asiento en clase turista. ¿Quiénes era? Según informó Andrés Manuel López Obrador dos de sus colaboradores están en Berlín: Marcelo Ebrard y Luisa Alcalde. Adivine cuál era cuál, pero no le diga al Presidente porque no le gusta que sus funcionarios se comporten como señoritingos”.
“Bajo Reserva”, en El Universal:
Aeroméxico, en los tiempos de Echeverría
“El viernes 24 de mayo de 2019, Aeroméxico regresó a los años 70, a los tiempos de Luis Echeverría, cuando cualquier funcionario de alto nivel podía detener el despegue de un avión comercial, como ocurrió con el vuelo AM 198 con destino a Mexicali en el que viajó la hoy extitular de la Secretaría del Medio Ambiente, Josefa González-Blanco Ortiz-Mena. Nos hacen ver que el acto de influyentismo tuvo consecuencias en la arena política con la fulminante renuncia de doña Josefa, pero todavía no lo tiene en el terreno de las irregularidades y responsabilidades de la empresa, que por cierto cotiza en la Bolsa Mexicana de Valores. De momento, nos recuerdan, la Secretaría de Comunicaciones y Transportes inició una investigación para determinar la probable acreditación de sanciones para Aeroméxico, por posibles violaciones a la Ley de Aviación Civil”.
“Estrictamente personal” de Raymundo Riva Palacio en El Financiero:
“El fin de semana sucedieron eventos en Michoacán de suma gravedad. En La Huacana, sometieron a una docena de soldados y los vejaron para exigir que les devolvieran armas incautadas. En Zamora, decenas de camionetas que llevaban pintado en sus costados las siglas del Cártel Jalisco Nueva Generación, asolaron la ciudad y mataron policías en un desfile de poder y desafío al Estado mexicano. Lo hicieron porque quisieron y porque pudieron. Si usted se pregunta en dónde estaba el Presidente, que tendría que haber actuado, la respuesta es: gritando que todos los males son culpa de la corrupción, dando clases extraordinariamente fallidas de historia, y comiendo barbacoa”.
“Frentes Políticos” en Excélsior:
“Evaristo Hernández Cruz, alcalde de Centro, Tabasco, dio marcha atrás a un par de “magníficos” proyectos, después de que Andrés Manuel López Obrador, presidente de México, se pronunció en contra de la privatización de edificios públicos y de bienes nacionales, como el agua. Precisamente, la intención del edil priista era vender nada menos que el Palacio Municipal en 500 millones de pesos y privatizar el agua. ¡De no creerse! Ahora, precisó que “no se va a vender el terreno”, pero sentenció que aumentará el consumo de este recurso. ¡Fiu! Poco más y ya se veían las banderas monumentales en el estado amaneciendo con publicidad pagada”.
“Trascendió” en Milenio:
“El acuerdo del Congreso sobre las leyes secundarias de la nueva reforma educativa tendrá que estar listo antes del 6 de agosto, pues fue la fecha fatal que puso el titular de la SEP, Esteban Moctezuma, para poder iniciar el próximo ciclo escolar de 190 días efectivos. El ofrecimiento del presidente Andrés Manuel López Obrador ayer a los maestros de la CNTE fue que podrán participar en la elaboración de las leyes secundarias, pero dejó claro que como ya lo había dicho antes, hay cosas que no les va a ceder: ni reparto de plazas ni la nómina”.