Tercer triunfo consecutivo jugando a las dos del domingo. Cómo para cambiar de horario. Y nos quejábamos. El Athletic está en racha, crecido, ha adquirido oficio. El portero se aburre sin tocar una pelota. Cinco de los ocho rivales que han visitado La Catedral se han ido sin marcar. Son palabras mayores. Los rojiblancos son el conjunto que más puntos logra en casa, 19.
‘Alhambrá’, la que tiene el Athletic atrás. Permítanme la broma ahora que llegaban los granadinos, pero es que el sistema defensivo pergeñado por Garitano empieza a funcionar como un reloj. Una auténtica alambrada de púas electrificada. Una corona de espinas en la frente de los atacantes contrarios.
Soldado
se convirtió el domingo en un mártir de la causa nazarí. No gozó de un solo balón para rematar.
Y los granadinos demostraron que son un equipo incómodo, bien armado por el vigués
Diego Martínez
. Llevan 20 dianas a favor. En San Mamés, solo un resbalón de
Simón
les tuvo cerca de marcar. Obligaron al Athletic a entrar en un partido de choque, de cortocircuitos, sin ritmo.
Sancet
apenas pudo disfrutar, muy encimado por sus rivales, del balón en su debut como titular en San Mamés.
Unai López
se creció, aguantó los 90 minutos y dio una asistencia magnífica casi al final, en su mejor partido como rojiblanco.
Yuri
, muy centrado, se desató con la entrada de Ibai, que le dejaba más huecos, al meterse hacia el centro, que el trabajador Córdoba.
Raúl García, pícaro, volvió a ser decisivo. Eso sí, si te lo hacen en contra te llevan los demonios. Ese penalti de bobo de baba no debió repetirse. El VAR está desvirtuando el fútbol. Acabaremos cogiéndonosla, con perdón, con papel de fumar.
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