Son muchas las preguntas importantes que atañen a la sanidad global, casi infinitas podría decirse, pero el deporte también tiene las suyas. Menos trascendentes, aunque generan cierta duda en el aficionado y una elevada inquietud en los organismos que rigen el fútbol español. Todos nos encontramos ante un escenario desconocido, sin precedentes. Nadie sabe a ciencia cierta qué sucederá. Ni cuándo. Sin embargo, llegará el momento en el que los que mandan deban tomar decisiones… y seguramente no contenten a todos. Las altas esferas ya están dándole vueltas al mañana.
¿Qué ocurrirá cuando la crisis del coronavirus toque a su fin y el mundo regrese a la naturalidad? ¿Cómo le puede afectar al Athletic? ¿Cuál es el marco en el que se podría encontrar? En condiciones normales, restan once jornadas por delante. Lo único oficial es que se han suspendido la 28ª, que debía disputarse este fin de semana, y la 29ª. Los leones tenían que recibir hoy al Atlético en San Mamés y viajar el próximo sábado a Ipurua para medirse al Eibar. Luego estaba estipulado un parón de la competición debido a compromisos de selecciones que no se van a celebrar.
Las partes han quedado en evaluar de nuevo la situación el próximo 25 de marzo. Pero eso fue antes de que se decretara el estado de alarma. El siguiente partido que aparece en el horizonte del Athletic, a día de hoy, es el fin de semana del 4 y 5 de abril frente al Betis en Bilbao. Al margen de los tres choques mencionados, a los de Garitano les quedaría enfrentarse con Mallorca, Real Madrid, Sevilla y Leganés en San Mamés y visitar a Barça, Valencia, Levante y Granada antes de concluir la Liga. Un torneo de la regularidad que estaba previsto que finalizara el 23 o 24 de mayo. No será así.
Son varias las opciones que hay en el aire de cara al futuro de la competición, aunque ni la Federación ni la Liga se han pronunciado al respecto. Aún es pronto. Las bases no ofrecen respuestas concretas. Si es posible retomar la Liga, el problema sería cómo encajar el puzle. El gran inconveniente radica en si el actual stop se prolonga más de lo deseado. Unos interrogantes que también existen en el resto de torneos domésticos del continente.
En el caso extremo de que no se pudieran disputar más jornadas, la Federación tendría la última palabra con la clasificación
Una alternativa sería finiquitar el asunto tal y como está ahora la tabla. El Athletic ocupa la décima posición. Otra es que se utilice como definitiva la clasificación de la primera vuelta, cuando todos los equipos se habían enfrentado contra todos. Entonces los bilbaínos eran octavos, a un punto del séptimo. Otra opción, que se antoja más improbable, es que este curso nunca hubiera existido. Llegado el caso, se organizaría una comisión entre la Liga y la Federación para resolver quién sería el campeón, los puestos que dan acceso a Europa y los descensos. Y si no alcanzaran un acuerdo, la última palabra le correspondería al presidente de la Federación. Es decir, a Rubiales.
Si la competición se reanudase, ahora mismo abría un muro en forma de Eurocopa. Su aplazamiento habilitaría el mes de junio y supondría un colchón. El martes habrá noticias desde UEFA. Se especula con retrasar el torneo, del que San Mamés es sede, hasta 2021. Y todo sin olvidar que la Champions y la Europa League se han quedado colgadas en octavos. Prolongar la temporada más allá del 1 de julio tiene una dificultad evidente. Y es que los contratos de muchos jugadores acaban el 30 de junio. Deberían encontrar un mecanismo para prorrogarlos. Por el momento hay demasiados castillos en el aire.
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