Noventa multiplicado por doce suman un total de 1.080. Son exactamente los minutos que acumula Oriol Romeu en Liga, es decir, todos los posibles desde que llegó a Girona. El de Ulldecona llegó en la cuarta jornada y, desde entonces, ha sido intocable para Míchel.
La figura de Oriol es, con diferencia, una de las mayores sorpresas que se ha llevado Montilivi durante esta temporada. El ex del Southampton se trajo del fútbol inglés toda la experiencia acumulada durante años a su nueva casa y eso le ha convertido en el timón de la medular rojiblanca.
Su contundencia, pero, le privará de jugar en el RCDE Stadium en la próxima jornada de Liga. El sábado será la primera vez que Romeu no esté en el campo y no será por decisión técnica, sino por acumulación de tarjetas.
El centrocampista debutó frente al Mallorca el pasado 3 de septiembre. Tan sólo pudo completar uno o dos entrenos con sus nuevos compañeros, pero fue suficiente para convencer al cuerpo técnico. Su primera actuación con la camiseta gerundense también supuso el estreno en el cajón de las cartulinas.
La jornada siguiente, ante el Valladolid, se convirtió en el goleador de la noche anotando el gol de la victoria en el último suspiro y, en las dos citas siguientes, volvió a ser amonestado. La exigencia frente a Betis y Real Sociedad le hicieron colocarse con tres avisos.
“Tengo que ir con cuidado y no puedo continuar así”
Fue ahí cuando Oriol reconoció públicamente que tenía que cambiar algo en su modo de juego. “No lo negaré, me preocupa el castigo de los árbitros. Tengo que ir con cuidado y no puedo continuar así. El baremo en Inglaterra es diferente y alguna tarjeta, quizás, se hubiese evitado. En acciones de salto, a veces, el ‘¡Ay!’ del rival provoca que te amonesten. Tengo que temporizar y adaptarme mejor porque la media de tarjetas es muy elevada y si sigo así me perderé demasiados partidos. Necesito conocer mejor a los árbitros para saber hasta qué punto me dejan llegar. Yo no puedo dejar de ir a las disputas pero tengo que saber hasta qué punto tengo que contenerme”, explicó.
Dicho y hecho, Oriol disputó los siguientes cinco encuentros sin ser apercibido, pero esa situación no podía durar toda la campaña. En la jornada 13, frente al Athletic Club, veía la cuarta y el pasado jueves, con el Rayo en la otra mitad del verde, llegó la peor de las noticias.
Así pues, al de Ulldecona le tocará cumplir ciclo y eso repercutirá, tanto en la estrategia de Míchel como en las tareas de otros jugadores. En su lugar podría aparecer Yangel Herrera, pero sería Aleix Garcia quien ocupara el lugar de su compañero. Si Yangel no está listo, podría intervenir Ramón Terrats, natural en esa zona del campo. De lo contrario, el técnico vallecano podría, incluso, modificar la formación.
La mayor misión que el combinado ‘gironí’ tendrá frente a los pericos será evitar el desamparo en el centro del campo y cimentar el equilibrio que ha construido Oriol en las anteriores doce jornadas. El míster tiene buena parte de la semana para encontrar una solución que no será nada fácil.