Todo vale en la actualidad para tratar de engañar al rival y estar más cerca de ganar los partidos. La Real entró hace tiempo en el juego y le va de maravilla, con Imanol como trilero de excepción. Es habitual que los entrenadores no den su convocatoria para los partidos de casa -en la Real no tanto-, pero fuera el patrón es el contrario. No esta vez. La Real viajó a Pucela en autocar sin dar a conocer la convocatoria y anunciando que se ofrecerá antes del partido ante el Valladolid. ¿El motivo? Tratar de ocultar ausencias o presencias, entre otras la de Alexander Sorloth, que es duda porque no participó en la sesión del viernes.
De confirmarse, se trata de una ausencia más que relevante porque el rendimiento estaba siendo extraordinario en todos los aspectos del juego, también en el realizador y en el de asistencias, cinco y dos en todas las competiciones. Imanol no dijo nada en su comparecencia del mediodía en torno al noruego, aunque en su descargo, hay que significar que el entrenamiento en el que no participó fue posterior.
La Real sólo colgó dos instantáneas relacionadas con el desplazamiento a Valladolid, ambas muy cerradas, una de Zubiaurre y otra de Turrientes, para no dar ninguna pista. Lógicamente, sus responsables de comunicación se negaron a comunicar la identidad del resto de viajeros.
Si no está Sorloth, el problema es XXL para Imanol porque sólo le quedarán dos delanteros del primer plantel y de uno de ellos, Carlos Fernández, el técnico dijo que “no está ni al 100% ni al 90”. El tercero es Karrikaburu, con el que apenas cuenta.
Hay otras seis bajas confirmadas, las de Sola, Barrenetxea, Aihen, Momo Cho, Oyarzabal y Sadiq Umar. Demasiadas para una época en la que el técnico requiere de más efectivos por la acumulación de encuentros.