La directora deportiva de la Real, Garbiñe Etxeberria, fue la voz autorizada que puso sobre la mesa el torbellino de sentimientos que se palpa en Zubieta. Son “momentos impresionantes”, como dice la máxima responsable deportiva, nada menos que la víspera de una previa de Champions League. El equipo de Natalia Arroyo recibe el martes a las 19.00 h. al Bayern Múnich, en la ida de la eliminatoria.
“Ya estamos viviendo el partido”, admite Etxeberria, pese a que la temporada de la Real empiece mañana, con la segunda jornada de la Liga F. “Es que sin querer citas en alto la palabra Champions”, añade la guipuzcoana, casi con la piel de gallina. Su emoción no le puede extrañar a nadie: son 19 años en la sección. “Al principio éramos cuatro gatos y se ha visto que el esfuerzo merece la pena”, relata. Garbiñe aboga por “controlar nuestras emociones” de cara al debut en Europa.
El significado de jugar la Champions es “histórico” para Etxeberria. “Poner el nombre femenino de la Real en Europa es precioso, impresionante”, expresa. El reto más complejo es mantenerse, “y ojalá que nos acostumbremos a vivir esto”, agrega.
Anoeta “tiene otro glamour”
La Real desafía al Bayern en Anoeta. Garbiñe incidió mucho en que las jugadoras se han adaptado a jugar en el estadio, que a su juicio “tiene otro glamour”. La hernaniarra espera que haya ambiente. “Siento que este equipo engancha”, enfatiza, deseando que “vaya gente a la que le gusta el fútbol, gente de la Real”. Confía en la Real, aunque tilda al Bayern de rival “complicadísimo”. En todo caso, “tenemos jugadoras internacionales y vamos a estar finas”.
Antes, la Real recibe al Villarreal, mañana en Zubieta (16 h.). Se terminó el conflicto arbitral, “un tema delicado” según Garbiñe: “Se podía haber hecho de otra forma, pero seamos optimistas: empieza una Liga histórica”.