ya hay fecha para su final

Una de las noticias más tristes para los amantes del chocolate es que su fin está más cerca de lo que se cree. Este alimento que es una delicia para millones de personas puede que tenga los días contados debido a la escasez de cacao.

El cacao, por si alguien no lo sabe, es el principal ingrediente para elaborar el chocolate, ya sea con 85% de cacao o chocolate con leche.

Pero, ¿cuándo se acabará el chocolate?

El chocolate es uno de los productos alimenticios que más se consumen a nivel mundial, ya que se consume unos 8,5 millones de toneladas anuales. Aunque esta cifra podría reducirse bruscamente en unos 20 años.

Virginie Raisson, geopolitóloga francesa, que durante años fue miembro de la junta directiva de Médicos sin Fronteras, saltó la «voz de alarma» sobre la recolección del cacao en África y ya lo explicaba en su libro «2038. Atlas sobre el futuro del mundo».

Según cuenta Raisson en el año 2038 ya no habría chocolate para todos y podría ser un producto considerado de lujo. Según señalan que  la gran mayoría de la población mundial se encontrará consumiendo tabletas  industriales en las que el cacao será reemplazado cada vez más por otros ingredientes como frutos secos, azúcar, leche, pasas, arroz y varios tipos de aceite, incluida el de palma.

La razón por la que no habrá cacao suficiente

La serie de varias razones combinadas provocarían la escasez del cacao, el producto clave del chocolate. Y tal y como cuenta Raisson, la primera es que cada vez está aumentando más la demanda de chocolate. En China, por ejemplo, han pasado de comer 40 gramos por persona en 2010 a aumentar un 75% en 2014.

Por otro lado, el cambio climático es otro factor a tener en cuenta para entender el porqué del fin del chocolate. «Para crecer» , recuerda Raisson, «los granos de cacao necesitan mucha lluvia, pero las zonas tropicales lluviosas están disminuyendo».

¿Se puede evitar que se acabe el chocolate?

Raisson señala que una de las formas para evitar que se acabe el chocolate es desarrollar granos de cacao resistentes al cambio climático.
Por suerte en África y Europa ya hay varios centros públicos y privados que se ocupan de ello: en Francia, por ejemplo, el tema ya está en la agenda del Inra, el Institut national de la recherche agronomique. El único problema es que por ahora el chocolate producido con estas semillas no tiene un sabor excelente.

Lo segundo, sin embargo, es pagar más a los productores de cacao, que en un 90% son pequeños propietarios de plantaciones y con lo que ganan ya no pueden invertir en herramientas para aumentar la cosecha y por último se necesita también el que algunas grandes marcas de la industria del chocolate multinacional trabajen, como ya están haciendo, hacia proyectos de producción sostenible. 


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