“Ya párenle, ya me entregué; no quiero que haya desmadres”: Ovidio Guzmán al ser detenido

El titular de la Sedena detalló que las acciones violentas de la delincuencia organizada se enfocaron a las fuerzas militares y su familia, en la emisión de mensajes amagando con atacar directamente a la población y en amenazas de agresiones en Sonora, Chihuahua y Durango.

El secretario de la Defensa Nacional, Luis Cresencio Sandoval, reveló durante la mañanera el “minuto a minuto” y varios videos sobre los hechos ocurridos en Culiacán, Sinaloa el jueves 17 de octubre; una de estas grabaciones muestra el momento exacto de la captura de Ovidio Guzmán López.

En las imágenes se escucha cómo el hijo de Joaquín, el Chapo, Guzmán habla por teléfono con su hermano (no se especificó el nombre). “Ya paren todo ya me entregué. Ya no quiero que haya desmadres”, dice Ovidio Guzmán mientras es rodeado por integrantes de las Fuerzas Federales que llevaron a cabo el operativo.

Sandoval González inició su exposición señalando que desde el 2 de abril de 2018 existía la orden de detención provisional contra Ovidio Guzmán López, la cual fue girada por la Corte Federal de Columbia por los delitos de asociación delictuosa para distribuir drogas.

El secretario de la Defensa Nacional indicó que Guzmán López es uno de los principales delincuentes que mueve drogas a Estados Unidos, en específico, metanfetamina y fentanilo.

Respecto al día del operativo, el 17 de octubre, se informó que a las 12 horas del Pacífico (13 horas del Centro) se iniciaron las acciones para llevar a cabo el operativo y cuando a las 14 horas se confirmó que Ovidio Guzmán estaba en el domicilio, se movilizaron al lugar, para que a las 14:30 horas comenzara la operación en Culiacán. No obstante, 20 minutos después, se suscitaron las agresiones contra las Fuerzas Armadas.

“A las 14:50 horas, las fuerzas federales reportan que se encuentran bajo agresión con proyectiles de arma de fuego, armamento calibre 50”.

El titular de la Sedena también dio a conocer que fue a las 15:15 horas cuando Ovidio Guzmán López salió al estacionamiento del inmueble y se le tomaron algunas de las fotos que se filtraron a las redes sociales.

A las 15:17 horas se le invita a persuadir a sus hermanos para cesar la actitud hostil que ya se estaba generando y poniendo en riesgo a la población. En comunicación con su hermano, este le dice que no va a cesar, e inclusive lanza amenazas en contra del personal militar y sus familiares”, indicó Luis Cresencio Sandoval.

Fue hasta las 15:45 horas del Pacífico que el gabinete de seguridad le informó al presidente Andrés Manuel López Obrador la situación, y a las 18:49 horas se ordenó la cancelación de la operación y el retiro de las tropas del lugar. A las 19:30 horas dieron el primer informe.

El saldo de esta acción fueron 8 fallecidos: 1 civil, 1 agente de la Guardia Nacional, 1 interno del penal, 5 agresores; 19 heridos: 1 oficial de la Guardia Nacional, 8 agentes de la Guardia Nacional, 7 soldados, 1 policía estatal y 2 policías municipales.

“El éxito de la operación se fundó en un rápida evacuación del presunto delincuente hacia el aeropuerto a través de una ruta terrestre, pero la rápida reacción de los delincuentes, las agresiones hacia el personal militar y sus familias, la intención del grupo criminal de causar daños en la población, el riesgo de pérdida de vidas al generalizarse las agresiones, la falta de orden de cateo, se tradujo en la decisión de retirar las fuerzas sin el presunto delincuente y sin culminar el proceso de detención”, expuso el titular de la Sedena.

Detalló que las acciones violentas de la delincuencia organizada se enfocaron a las fuerzas militares que acudían al área del objetivo, al personal militar en servicios aislados y en periodos de descansos, a la familia del personal militar, en la emisión de mensajes amagando con atacar directamente a la población y en amenazas de agresiones en Sonora, Chihuahua y Durango.

“La actuación de delincuencia organizada se caracterizó por la convocatoria de grupos delincuenciales de Sinaloa ofreciendo recursos a quien se uniera a atacar a las fuerzas federales, empleo de técnicas militares, y armamento automático y antiaéreo”, añadió.

Asimismo, reveló que a un comandante  de la fuerza de intervención se le intentó sobornar por 3 millones de dólares, pero al no aceptar, fue amenazado de muerte tanto él como su familia.




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