La relación entre Estados Unidos y China, clave en el tablero geopolítico, parece entrar en una fase de reconstrucción. El primer ministro chino, Li Qiang, comparó este viernes el viaje a Pekín de la secretaria del Tesoro estadounidense, Janet Yellen, con “un arcoíris que aparece después de la tormenta” y expresó su optimismo de que el escenario podría mejorar. Li destacó que China espera de EE UU una “actitud racional” en las relaciones comerciales, mientras que Yellen enfatizó la idea de que ambos países deben cooperar. No obstante, la secretaria del Tesoro, en otro foro previo al encuentro, también trasladó el mensaje de que Washington luchará contra “prácticas económicas injustas” que achaca a Pekín.
Li, fiel lugarteniente del presidente chino, Xi Jinping, recibió a Yellen en el Gran Palacio del Pueblo, la sede de los grandes eventos políticos en Pekín. “Reforzar la cooperación es una necesidad realista y la opción correcta”, apuntó Li durante el encuentro, según informa la cadena estatal CCTV.
La primera secretaria del Tesoro estadounidense que viaja al gigante asiático en cuatro años lo hace con la misión de encontrar áreas para la cooperación y reconducir los lazos de las dos mayores potencias económicas, tecnológicas y militares del siglo XXI que, según viene advirtiendo Pekín desde hace meses, “se encuentran en un estado crítico”. “EE UU y China tienen el deber de cooperar, no solo para [el beneficio de] ambos países, sino para el del mundo entero”, aseveró Yellen durante el encuentro con el primer ministro, el de más alto nivel previsto en su agenda para este viaje oficial de cuatro días.
“Su visita a China está siendo seguida por todo el planeta. […] He leído que hay grandes expectativas puestas en ella, especialmente después de la del secretario de Estado, Antony Blinken”, le ha confiado Li. Yellen, de 76 años, es vista por las altas esferas chinas como una “voz de moderación en la Administración de [Joe] Biden, que ha estado adoptando una visión menos dura y más pragmática sobre el mantenimiento de los lazos económicos con China”, según la describía este viernes el diario oficialista Global Times.
Según la lectura de la reunión en los medios estatales, Li ha subrayado que espera que la parte estadounidense “mantenga una actitud racional” y que “avance en la misma dirección que la parte china para que las relaciones retomen el buen camino lo antes posible”, a lo que Yellen ha respondido que su país está dispuesto a “fortalecer la cooperación para estabilizar la macroeconomía y hacer frente a los desafíos globales”.
En un comunicado, el Ministerio de Finanzas chino ha calificado la visita de Yellen de “medida concreta” para implementar el acuerdo alcanzado por los presidentes Xi Jinping y Joe Biden durante su reunión del pasado noviembre en la cumbre del G-20, en la que se emplazaron a evitar una nueva Guerra Fría y a encauzar de nuevo las relaciones en un rumbo ascendente. “No habrá ganadores en las guerras comerciales ni en el ‘desacoplamiento’ ni las ‘cadenas [de suministro] rotas”, apuntó el citado ministerio.
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Yellen aterrizó el jueves precisamente con el mensaje de querer avanzar hacia “una relación estable y constructiva” y “asegurar” que hay “líneas de comunicación directas y claras a altos niveles”. Según recoge la agencia France Presse, en su reunión con Li, Yellen aseguró que EE UU busca “una competencia sana” y “no una en la que todo vale”, de manera que, “con un conjunto de normas justas, ambos países puedan beneficiarse”. También insistió en que Washington no quiere “una separación total de las economías”. “Buscamos diversificar, no desacoplar”, insistió.
No obstante, subrayó que Washington “en determinadas circunstancias, emprenderá acciones específicas para proteger su seguridad nacional”. “Podemos estar en desacuerdo en ciertas áreas, sin embargo, no debemos permitir que ello conduzca a malentendidos que empeoren innecesariamente nuestra relación económica y financiera bilateral”, enfatizó Yellen.
La Casa Blanca ha impuesto en los últimos meses una serie de restricciones al acceso de China a tecnología y herramientas críticas para la fabricación de semiconductores y está preparando controles adicionales, entre los que se incluye endurecer las exportaciones de chips de inteligencia artificial, restringir el acceso a los servicios estadounidenses de computación en la nube y limitar la inversión estadounidense en el país. Ante esta postura, Pekín endureció esta semana los protocolos de exportación de galio y germanio, dos metales cruciales para la producción de varias tecnologías punteras, como los semiconductores.
Por la mañana, Yellen advirtió durante un encuentro con empresarios estadounidenses en la Cámara de Comercio de EE UU en China que Washington y sus aliados lucharán contra lo que calificó de “prácticas económicas injustas” por parte de Pekín. También prometió que transmitiría “las preocupaciones de la comunidad empresarial estadounidense” al Gobierno chino, entre las que figuran su uso “de herramientas ajenas al mercado, como el aumento de las subvenciones a sus empresas estatales y nacionales, así como las barreras de acceso al mercado para las compañías extranjeras”. Las firmas occidentales también están preocupadas por las normativas cada vez más estrictas de China, como las nuevas leyes de contraespionaje y relaciones exteriores, que entraron en vigor el sábado.
Yellen, que fue presidenta de la Reserva Federal entre 2014 y 2018, también instó a China a volver a prácticas más orientadas al mercado, “un enfoque que contribuyó a impulsar el rápido crecimiento del país y ayudó a sacar de la pobreza a cientos de millones de personas”. “Es una notable historia de éxito económico”, alabó.
Además de con los empresarios y con el primer ministro Li, Yellen se reunió este viernes con Liu He, ex viceprimer ministro, y con Yi Gang, gobernador saliente del Banco Popular de China, con quienes debatió durante más de una hora en una conversación informal sobre las perspectivas de la economía, según un funcionario del Departamento del Tesoro.
La visita de Yellen a la capital del gigante asiático se produce 17 días después de la de Antony Blinken, el secretario de Estado del país norteamericano, quien coincidió con el presidente Xi en que el “compromiso directo” es la fórmula para garantizar “que la competencia no se convierta en conflicto”. Los renovados contactos entre ambos países también llevarán a China, según se prevé, al enviado de Biden para asuntos climáticos, John Kerry, a finales de este mes. Este desembarco diplomático estadounidense precede a una posible reunión entre los mandatarios de las dos superpotencias, Biden y Xi, que podría tener lugar en septiembre, en el marco de la cumbre del G-20 en Nueva Delhi (India), o en noviembre, durante la reunión del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico, que tendrá lugar en San Francisco (EE UU).
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