Ibai Gómez, jugador del Athletic, conversa con MD en torno a su relación con Marcelino y Garitano, sobre el peligro de las redes sociales y su amor a los colores. El santutxutarra sigue sin tirar la toalla
Marcelino comentó públicamente que le había dejado las cosas claras.
Es algo que valoro muchísimo porque, sinceramente, lo he echado en falta y ha sido muy sincero desde el primer día. Yo he hablado con él y él y yo sabemos las cosas que hay. Yo soy consciente de lo que hay y estoy feliz porque estoy aprendiendo muchísimo. Yo soy el que he decidido quedarme.
¿Por qué se ha quedado?
Porque quedan meses con cosas muy ilusionantes por delante. Sabiendo que va a ser complicado tener minutos, pero he tomado esta decisión así como en otro momento tomé otra distinta y no se me dejó. Marcelino es un entrenador top, con unos conocimientos extraordinarios, de los que tengo la suerte de intentar ser lo más esponja posible para crecer a todos los niveles.
¿Le volvió a querer Abelardo para el Alavés en el mercado de invierno?
Yo sé lo que realmente quiere Abelardo y no le voy a decir lo que ha pasado porque dese cuenta que al final puedes hacer feos a otros. Al Pitu le tengo mucho que agradecer porque a cada sitio que va sé que él estaría encantado de contar conmigo. Le tengo mucho muchísimo que agradecer, la verdad.
¿Qué pasó con su tuit cuando fue destituido Garitano?
Puse el tuit sin más (“Nunca es plato de buen gusto una destitución, ya que todos somos responsables. Aunque puede que no lo creas, te deseo lo mejor, Gaizka”). Como cuando se fue Zubeldia del Alavés, Gianni de Biasi… Siempre pongo un tuit. Sabía que si ponía un tuit ahora que no jugaba la gente podía decir ‘cómo eres tan falso de desearle lo mejor si no has jugado nada’. Para aclarar que realmente lo hacía de verdad puse eso porque igual ni incluso él se lo creería. No lo puse con segundas, ni muchos menos.
Otra lío en las redes sociales.
Si hay gente que me dice que estoy gordo, cómo no van a comentar ese otro tuit. Es el pan de cada día y estoy curado de espanto con este tipo de cosas.
¿Le faltó diálogo con Garitano?
Diálogo realmente hubo, pero lo que eché en falta en ese momento es que no se fue sincero. Pedí salir y se me dijeron unas cosas que luego no eran realidad. Estoy hablando porque me ha preguntado, pero realmente no le guardo ningún rencor y quiero dar las gracias a Gaizka por lo que me ha enseñado.
¿Es cierto que en su propia casa ya le advirtieron al dejar el Alavés que volvía al equipo de su corazón, pero que iba a jugar muy poco?
Sí, ya me lo dijeron. Si tomé la decisión de venir fue porque creo en mis posibilidades y creo que me voy a ganar los minutos. De momento no ha salido bien. El fútbol, como la vida, es así. Hay cosas que a veces salen bien o salen mal. Soy de coger el lado positivo. Cuando tenía 10, 12, 15, 17 e incluso 18 años hubiese soñado con estar en el Athletic, aunque sea de la manera que estoy. Sigo viviendo este sueño.
Aún le queda otro año, ¿y?
Me queda otro año y sigo con la ilusión de demostrar que estoy muy capacitado de poder aportar y ayudar al equipo.
Da la sensación de que ahora el equipo tiene una mentalidad más ganadora, pero…
Si tú te acostumbras a ganar, ya estás más cerca de ganar el siguiente partido. Necesitas ganar, ganar y volver a ganar. Y es que realmente es así. Cuando ganas; ganas en confianza, te haces mejor a nivel individual y colectivo.
Pese a seguir sin jugar, parece que está encantado con Marcelino.
Así es. A nivel de entrenador tiene unos conceptos increíbles, desde el primer día. Estoy encantado de lo que estoy aprendiendo. Creo que va a haber muchas alegrías conjuntas entre Athletic y Marcelino
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