Yolanda Díaz, vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo y Economía Social, en una entrevista en Madrid.Olmo Calvo
La vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, ha enfriado este miércoles un posible apoyo de Ciudadanos para que el Ejecutivo de coalición saque adelante en el Congreso la reforma laboral acordada con patronal y sindicatos, el primer pacto de un Gobierno con todos los agentes sociales desde 1980. Díaz, durante una entrevista en La Hora de la 1 de TVE, ha manifestado su preferencia por que sean los grupos que apoyaron la investidura de Pedro Sánchez quienes refrenden la nueva norma en la Cámara baja. “Esta reforma va en dirección absolutamente en contra de lo que Ciudadanos defendía”, ha apuntado la vicepresidenta. Casi a la vez, Gabriel Rufián, el portavoz parlamentario de ERC, uno de los socios habituales del Gobierno, ha defendido en la Cadena SER que su formación ve insuficiente el nuevo marco y ha considerado que aprobarlo sin lograr cambios sería dar “un cheque en blanco” al Ejecutivo, pero se ha mostrado dispuesto a negociar el apoyo de su formación.
“Ciudadanos, incluso en el acuerdo con el PSOE [firmado tras las elecciones generales de noviembre de 2015], defendía la subida del salario mínimo al 1%, defendía la mochila austriaca y después, en su programa, defendía un contrato único que siempre he cuestionado, porque me parecía que nuestro país no necesitaba esto, mucho menos la mochila austriaca, y también defendía que había que reducir las indemnizaciones por despido”, ha dicho la vicepresidenta segunda, que siempre se ha mostrado en contra de la llamada mochila austriaca, un sistema que rige en Austria desde 2003 y que fija una cuenta a nombre del trabajador en la que la empresa abona periódicamente una parte del despido por anticipado, de forma que se va acumulando una hucha con fondos que pertenecen al empleado y que este puede llevarse a otro trabajo y disponer de ella si es despedido.
Díaz, volcada en la negociación para que ERC, PNV y EH Bildu apoyen la reforma laboral, ha subrayado la falta de concordancia del texto con las propuestas de Ciudadanos después de que la formación liderada por Inés Arrimadas haya recordado esta semana su disponibilidad para sentarse a negociar. “Si hay un cambio en su posición, se explica y se dice por qué se cambia, estupendo. Yo hablo con todo el mundo”, ha añadido la vicepresidenta segunda. El apoyo de Cs, que al menos de momento no ha recibido la llamada del Gobierno, es una opción valorada por la parte socialista del Ejecutivo en caso de no lograr un pacto con los socios parlamentarios habituales antes del próximo 3 de febrero, cuando se votará la convalidación del decreto de la reforma en el Congreso. El problema radica en que el voto a favor del partido liberal no sería suficiente —cuenta con nueve diputados— para sacar adelante la norma si el Gobierno no logra la abstención o el apoyo de sus aliados.
Desde Ciudadanos insisten en ofrecer su apoyo a la reforma, tanto por “responsabilidad de Estado” con una norma que cuenta con el consenso de todos los agentes sociales, como para evitar “concesiones a los nacionalistas” que terminen “empeorando” el texto que finalmente salga del Congreso, según especifican fuentes de la dirección. La cúpula de Cs tiene, de momento, plena disposición a mostrarse favorable a su convalidación, pese a su disconformidad con la redacción íntegra del decreto ley. “Yolanda Díaz está negociando con sus amigos, con los de siempre, con los peores socios posibles del Gobierno para los intereses de España”, manifestó este martes Edmundo Bal, portavoz de Ciudadanos en el Congreso. “Mi sensación es que el Partido Socialista está esperando a que fracasen esas negociaciones para entonces ponerse en contacto con nosotros”, añadió Bal, informa Virginia Martínez.
Con el PNV, ERC y EH Bildu presionando para que el Gobierno modifique aspectos de la reforma laboral, Díaz ha defendido el actual pacto con los agentes sociales: “Cuando hay un gran acuerdo de diálogo social —lo hemos dicho en la ley rider, lo hemos dicho en las normas de igualdad retributiva, lo hemos dicho en los ERTE, lo hemos dicho en una ley que fue muy compleja como el trabajo a distancia—, hombre, respétese en la medida de lo posible”. Y ha añadido, después de que el martes el PNV dejase rotundamente claro que no apoyará el acuerdo si el Gobierno no accede a su petición de dar prevalencia a los convenios laborales autonómicos sobre los estatales: “Estoy confiada en que los grupos de la investidura comprenden esto, lo saludan, lo llevan en sus programas… Todo en política se queda corto, pero siempre digo que los grandes cambios hay que darlos con tranquilidad”.
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Mientras Díaz defendía la reforma con los agentes sociales, Gabriel Rufián ha asegurado en una entrevista en la SER que aprobar esta reforma laboral sería dar “un cheque en blanco” al Gobierno. “Nuestro papel es intentar mejorar toda la agenda legislativa de este Gobierno, y eso incluye evidentemente uno de los dos grandes compromisos, como es la reforma laboral. Nosotros simplemente queremos aquello que prometieron, que es una derogación real de lo que hizo el PP”, ha afirmado el portavoz. Rufián también ha criticado la estrategia del Gobierno de señalar que la alternativa es mucho peor: “Este Gobierno no se puede sustentar continuamente en el miedo a su alternativa. Estamos simplemente frenando retrocesos. Es que esta reforma laboral es aún peor que la de [José Luis Rodríguez] Zapatero, que el marco legal-laboral que tenía Zapatero. Estamos frenando retrocesos, no estamos implementando mejoras. Y eso, para todas las izquierdas, más allá de nuestras banderas, es un fracaso”.
A pesar del tono duro, Rufián ha añadido que la voluntad de Esquerra es aprobar la reforma laboral del Gobierno: “Hace tiempo que no hablamos de líneas rojas, de condiciones, ni publicitamos demasiado nuestras negociaciones. Por seriedad, porque consideramos que es la mejor manera de que una negociación salga, y nuestra intención es que salga. Ahora bien, en cuanto a indemnizaciones por despido, en cuanto a salarios de tramitación, en cuanto a la prevalencia de convenios autonómicos, en cuanto a mecanismos para la administración para intentar frenar según qué ERTE, sobre todo de empresas que despiden masivamente después de recibir durante años ayudas públicas, ahí está el ejemplo de la Nissan, pues se queda muy lejos esta reforma laboral que plantean”.
Díaz ve “surrealista” que Garzón dimita
Sobre otro de los temas que está marcando la agenda política de estos días, la polémica generada en torno a las críticas a las macrogranjas de Alberto Garzón en el diario The Guardian, Díaz ha vuelto a defender de forma taxativa al ministro de Consumo: “Sería bastante surrealista que un ministro que está cumpliendo con el acuerdo de Gobierno y con la ciencia tuviera que dar un paso atrás”. Y ha añadido: “No ha hecho más que defender lo que España defiende, y también lo que defiende la UE”.
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Las palabras de la vicepresidenta Díaz llegan después de que el presidente del Gobierno y el ministro de Agricultura lamentaran esta semana las declaraciones de Garzón sobre la calidad de la carne española proveniente de macrogranjas y después de que el Ayuntamiento de Daimiel (Ciudad Real), gobernado por el PP —el partido que se lanzó en tromba a por el ministro tras sus palabras en The Guardian—, aprobara el martes un cambio en el plan de ordenación municipal para impedir la instalación de una macrogranja que había solicitado el permiso y había provocado una gran rechazo social en la zona.
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