El escupitajo que le propinó un aficionado neoyorquino a Trae Young no pareció descentrarle en su resolución de liderar a los Atlanta Hawks a la victoria final en la eliminatoria contra los New York Knicks. Después de sufrir el abuso del Madison Square Garden, la joven estrella se creció de nuevo en Atlanta y lideró el triunfo de los Hawks en casa por 105-94 que pone el 1-2 en la eliminatoria.
Con 21 puntos y 14 asistencias, el base dio un recital de anotación y dirección al frente del equipo local, que usó el ímpetu de los casi 16.000 aficionados en las gradas para crecer en el partido.
Igualado en el primer cuarto (29-31 favorable a NY), el encuentro se rompió cerca del descanso con un parcial de 22-5 liderado por Young que puso al pabellón de pie. El base participó en 18 de los 22 puntos del decisivo tirón que dejó el encuentro visto para sentencia camino de los vestuarios (58-44).
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“Siento que me he preparado toda la vida para días como este, momentos así”, explicó un Young eufórico en la sala de prensa. El base está siendo el factor decisivo de la eliminatoria tras decidir el primer encuentro de playoffs en el MSG desde 2013 y silenciar el graderío rival.
Ante su público, Young lo gozó de una forma distinta: “El ambiente es genial, y espero presenciar muchas más noches así”. De él dependerá el devenir de los Hawks en el futuro a corto y largo plazo. Anoche, en la segunda mitad, los Knicks no lograron recortar a menos de dobles dígitos su desventaja sobre los locales.
Julius Randle volvió a tener una noche negra en el tiro y acabó con una serie de 2 de 15 en tiros de campo. Sus 14 puntos y 11 rebotes no escondieron que sin su mejor versión, los neoyorquinos lo tienen francamente complicado en la eliminatoria.
Derrick Rose, en su primera titularidad de la temporada, acabó con 30 puntos, 6 rebotes y 5 asistencias para liderar la anotación del encuentro y el cuadro de Nueva York. El equipo de Tom Thibodeau no supo recuperarse del golpe del segundo cuarto y ningún jugador, más allá de Rose, presentó porcentajes aceptables.
El veterano base lanzó 13 de 21 en tiros de campo, pero sus compañeros acumularon un 16 de 60 nefasto. Los Hawks, por su lado, contaron con hasta siete jugadores en dobles dígitos en un magnífico esfuerzo colectivo.
Con el 1-2 abajo en la eliminatoria, los Knicks tienen dos tareas pendientes: forzar más en el trabajo defensivo a la estrella rival y, evidentemente, volver a trenzar jugadas y anotar tiros.
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