Los que conocen el nivel que puede dar Joseba
Zaldua y han visto sus partidos de esta temporada, saben que está lejos de su mejor versión. Y es el propio lateral el que da las claves de todo ello. Primero constata el hecho de “no estoy en mi mejor momento”. Y luego lo explica: “Tuve unas molestias en el gemelo la temporada pasada y todavía no estoy muy cómodo”, reconoce. A pesar de ello, ha jugado todos los partidos salvo uno, contra el Alavés, en el que le sustituyó Gorosabel: “Soy capaz de competir aunque no estoy al 100%. Llegarán momentos mejores”.
A pesar de esa esperanza de recuperación, admite estar “fastidiado”. Sostiene, con resignación y naturalidad que “en esta profesión siempre hay molestias”, pero lo que le atormenta es el tiempo que lleva con las que él tiene: “Lo arrastro del año pasado y ver pasar tanto tiempo y que no se vaya…”. Apunta que está “todo hablado” con los médicos, que le han recetado lo más importante: ”Me dicen que tengo que tener paciencia”.
Para él estos malos momentos y el tener que saltar al césped con dolor están siendo como un máster: “Me lo tomo como un aprendizaje, de saber que también hay que jugar sufriendo”. Lógicamente, está dispuesto a alargar ese ‘sufrimiento’: “Mientras el míster esté contando conmigo, haré todo lo que pueda”. Vuelve a sincerarse Zaldua al afirmar que “mi fuerte no es el tema técnico, pero ganas y actitud nunca van a faltar”. Considera que lo que le está sucediendo es “consecuencia de que igual no se ha curado del todo bien”.
De momento, el donostiarra puede seguir jugando. El que no lo podrá hacer, por sanción, es Diego
Llorente. La ausencia no preocupa en la caseta: “El equipo está para suplir estas bajas. Es lo mejor que tiene la Real. Juegue el que juegue da garantías”, asegura Zaldua.
La bronca de Imanol
Tras las dos derrotas seguidas, Imanol no quiere más distracciones. Tras el entrenamiento del lunes, reunió a sus jugadores y les abroncó, pidiéndoles más entrega, “aunque sea un puto lunes”. El lateral canterano lo enmarca dentro de la normalidad del proceder de su técnico: “Eso es parte de Imanol. Siempre nos exige. Cuando ve que nos hemos relajado, aprieta un poco para que todos apretemos. Cuando ve que uno ‘se caraja’ un poco, le aprieta”. Concluye que con el entrenador oriotarra, “no se pueden bajar los brazos ni en un ejercicio”.
Zaldua espera que la Real gane al Betis el domingo para resarcirse de las dos derrotas consecutivas. A su juicio, “se está viendo un nivel de juego muy alto”, con el que consiguen “enchufar enseguida” a la afición. Entiende, por lo tanto, que la afición esté motivada, aunque recuerda que “esto es fútbol y funciona por rachas. Ganas dos o tres partidos y parece que vas a ganar la Liga y luego pierdes dos y parece que se ha acabado el año”.
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