Se acerca la hora de que los leones pisen un campo de batalla minado. El Wanda Metropolitano. Una roca en la que todavía no se ha rendido la tropa de Simeone, con dos victorias y tres empates, y donde solamente ha recibido tres impactos. Los colchoneros luchaban ayer en otro frente, el de la Champions, ante el Bayer Leverkussen. Así las cosas, no habrán tenido prácticamente tiempo de pensar en un Athletic cuyo empate en San Mamés ante el Valladolid tuvo una ligera pincelada de derrota. Tenía la victoria en la mano, se escapó y ya suma cuatro jornadas sin vencer. No queda otra que recoger los bártulos, reparar la pequeña herida y presentarse de nuevo para el siguiente combate. Agarrados a una esperanza con nombre propio: Iñaki Williams.
El delantero bilbaíno firmó un auténtico golazo ante los pucelanos. Pase-despeje largo de Unai López, carrera con Salisu y Olivas por el carril izquierdo. Momento de pausa ya en el área con recorte en el lote y tiro para batir a Masip. Williams celebró el decorado en el que anotó, con espacios, donde es consciente de que puede “brillar”. Y con ese instante para pensar antes de ejecutar, una recomendación directa de Aduriz.
También haciendo honor a aquel slogan de mediados de los noventa de una conocida firma de neumáticos. “La potencia sin control no sirve de nada”. Aunque no se tradujo finalmente en un triunfo, a través de las redes sociales lo dio por bueno. “Seguimos, +1. Piel de pantera, corazón de león”, lanzó. Un autorretrato felino que ha dibujado en varias ocasiones últimamente. El mismo día del encuentro con los vallisoletanos reconoció que “quizás tengo que meter más goles, pero estoy tranquilo porque voy sumando. Esto gol me da confianza para el resto de partidos”.
El ‘9’ rojiblanco recuperó el gol casi dos meses después. El anterior de este curso lo consiguió en la tercera jornada ante la Real (2-0), el 30 de agosto, también en San Mamés. Abrió el marcador en el minuto 12, Muniain habilitó por la banda derecha a Capa, que puso el balón un par de pasos por delante del punto de penalti. Allí ganó el punta la acción a sus vigilantes y remató con la derecha. Llega ahora en el feudo del Atlético un buen momento para ajustar su punto de mira. Quizás motivado por sus buenos recuerdos personales en los choques a domicilio con los colchoneros.
Porque, en la pasada campaña 2018-19, firmó un doblete en el Wanda Metropolitano, aunque no sirvió para sumar por la derrota (3-2) encajada por los de Berizzo. En el que suponía entonces el 0-1, remachó sobre la línea de gol un disparo de San José rechazado entre el meta Oblak y el poste izquierdo. El segundo tanto, el 1-2, fue en una contra lanzada por Muniain, se deshizo por velocidad de Godín y superó al portero esloveno por bajo y a la carrera. Pero las dianas de Thomas, Rodrigo y Godín, con su gol del cojo, dejaron los tres puntos en Madrid. También les hizo otra diana en la segunda vuelta en San Mamés (2-0), ya con Garitano. Se apuntó el 1-0 rematando sin oposición en el segundo palo, a puerta vacía, un centro de Córdoba desde la izquierda. Kodro redondeó la cuenta.
Además, Williams es el autor del último gol bilbaíno en la anterior guarida de los colchoneros, el Vicente Calderón. En aquella despedida, en la campaña 2016-17, los leones de Valverde salieron derrotados (3-1) en medio de la fiesta de los locales. ‘Agasajaron’ a Fernando Torres aquel 21 de mayo permitiéndole un doblete. El delantero del Athletic hizo el 2-1, culminando una jugada entre Muniain y De Marcos con algo de fortuna, ya que el balón golpeó en Savic. El central montenegrino está lesionado y esta vez no tendrá que verse las caras con él. Parece que sus dos carceleros de turno saldrán del trío compuesto por el uruguayo Giménez, el internacional español Mario Hermoso y el brasileño Felipe. Zarpazos.
