El Real Madrid tiene por delante 11 partidos de LaLiga y uno de Champions en apenas mes y medio. 11 encuentros marcados por los dos meses de confinamiento de los jugadores en sus casas por el coronavirus, un aspecto que, como se ha visto en Alemania, puede marcar las lesiones que se puedan producir en esos partidos.
Ante este panorama, los equipos con un banquillo amplio tiene mucho ganado en este regreso de la competición. Ahí entra la unidad B del Real Madrid que fue clave para Zidane cuando ganó el título de Liga y la Champions en 2016/17.
Las rotaciones fueron clave en aquella campaña pero el técnico no las aplicó tanto en la siguiente y en ésta, apenas ha realizado las famosas rotaciones.
Como publicó la semana pasada Mundo Deportivo
, Zidane es el que menos tira de su banquillo y el que más tarde en hacer cambios y rotaciones. Los suplentes blancos son los que menos minutos han estado sobre el terreno: un total de 1.299, lo que supone que además de hacer pocos cambios, ‘Zizou’ los hace con el partido ya bien entrado. Los recambios del Granada, en cambio, acumulan 743 minutos más, hasta llegar a los 2.042.
Menos cambios por la presión
Zidane ha realizado pocas rotaciones por la presión que tiene en el banquillo. Tras una temporada como la anterior, en la que el Real Madrid no ganó ningún título y tuvo tres entrenadores, Zidane ha preferido esta campaña echar mano de los veteranos, de ir a lo seguro, antes que hacer rotaciones.
El entrenador del Real Madrid ya dejó claro desde principio de temporada que los veteranos están muy por delante del resto y así ha seguido hasta ahora. El gran ejemplo es Vinicius que tras ser la estrella la pasada temporada, ahora le ha costado entrar en el equipo y sólo lo ha hecho tras la lesión de Hazard.
Ahora, a Zidane no le queda más remedio que contar con esa unidad B en este regreso de la competición en la que el entrenador debe tener frescos a todos sus jugadores para la recta final de temporada.