El Real Madrid regresó a los entrenamientos sin tiempo para un respiro, horas después de vencer al Mallorca en el estadio Alfredo di Stéfano para mantener el liderato de LaLiga Santander, con un entrenamiento en el que Zinedine Zidane mimó a los titulares y comenzó a pensar en la visita al Espanyol con los suplentes.
Mañana atípica en la ciudad deportiva de Valdebebas por la poca presencia de jugadores en el grupo principal de trabajo. Zidane dio un respiro a los que jugaron de inicio ante el Mallorca, que estuvieron en el césped para soltar piernas con carrera continua antes de sesiones de fisioterapia e hidroterapia.
Y tampoco pudieron trabajar junto a sus compañeros los lesionados Nacho Fernández, Lucas Vázquez y el serbio Luka Jovic, que realizaron trabajo de campo con sus planes específicos de recuperación en la última fase de sus procesos antes de volver a la dinámica de grupo.
De esta forma, con Alphonse Areola y Diego Altube como porteros, el pequeño grupo de jugadores de campo que se ejercitaron con mayor intensidad estuvo formado por Militao, Marcelo, Javi Hernández, Toni Kroos, James Rodríguez, Isco, Marco Asensio, Brahim, Rodrygo y Mariano.
Según informa el Real Madrid comenzaron con trabajo de potenciación en el gimnasio antes de pisar césped e iniciar su entrenamiento con rondos y ejercicios de posesión y presión. Las series de disparos a puerta, un partido en reducidas dimensiones y un final con ejercicios de resistencia fue la carga que metió Zidane a sus futbolistas para preparar el duelo ante el Espanyol del próximo domingo en Barcelona.
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