Después de tres jornadas ligueras disputadas por el Real
Madrid, Zinedine
Zidane sigue sin dar con la tecla que active del todo al equipo blanco. No encuentra el galo ni el esquema ni a los hombres que le convenzan con una buena victoria sin paliativos y esto sigue dejando un reguero de dudas que, de no frenarse a tiempo, pueden desembocar en algo más grave en un futuro próximo.
Y es que, de momento, es irrefutable que el equipo cumple con los resultados. Salvo el empate en Anoeta en una salida siempre complicada, el resto se ha contabilizado por victorias, pero estas han sido cosechadas por la mínima y dejando pelos en la gatera.
Su vitola de invicto es innegable, pero otros como Barcelona o Sevilla aún no conocen otro resultado que la victoria y eso comienza a meter presión en la mochila de los merengues.
Courtois apaga los fuegos
En los tres partidos del equipo, el guardameta belga ha sido quien ha acaparado los elogios y al que todos han señalado como el mejor de cada encuentro.
Ha salvado al equipo en momentos clave y eso le ha hecho a Zidane ahorrarse más dolores de cabeza de la cuenta. La defensa, uno de los grandes pilares del curso pasado, se está viendo en ocasiones sobrepasada por el rival y, de no ser por las intervenciones del actual Zamora, las conclusiones hubieran sido aún peores.
Rol de Odegaard en duda
Otra de las asignaturas pendientes de Zidane es el medio del campo. El francés sigue haciendo probaturas con todos los efectivos sin que ninguno de ellos se quede con el puesto de manera innegociable.
El noruego Martin
Odegaard, que empezó como titular, ha ido perdiendo importancia hasta el punto de que frente al Valladolid ni siquiera jugó. Su ‘choque’ de estilo y posición con Modric le ponen el trabajo más difícil al entrenador que, además, ahora tiene que lidiar con la baja de Kroos.
Comienzo descafeinado del ‘9’
Y por último, el comienzo de Benzema de cara a gol que no ha sido ni mucho menos esperanzador. El francés es la figura sobre la que recae toda la responsabilidad del ataque pero, por el momento, no ha registrado tanto alguno y han sido sus compañeros quienes han ido salvando la papeleta.
De esta manera, las sensaciones evidencian que Zidane tiene trabajo. El curso acaba de empezar y hay tiempo de reconducir la situación antes de que sea tarde.
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