Martin Odegaard aterrizó en Madrid antes de tiempo por petición expresa de Z
inedine Zidane, que lo mandó reclutar de la Real Sociedad cuando al noruego todavía le quedaba una temporada como cedido en Donosti. Tras un inicio de curso prometedor en el que empezó como titular, Odegaard se ha visto relegado a la suplencia en los choques ante Valladolid y Levante, en los que ha sumado un solo minuto de juego.
El volante nórdico, cuando supo que regresaba al Real para quedarse, realizó un stage de preparación en Sierra Nevada para acelerar en la recuperación de su renqueante rodilla y para demostrarle a Zidane que podía contar con él desde el primer minuto.
El técnico francés recogió el guante y no se lo pensó dos veces para darle la titularidad en el primer partido de la temporada, precisamente ante su ex equipo. El noruego, de más a menos en el Reale Arena, fue sustituido a 20 minutos para el final por Fede Valverde. A pesar de la gris actuación que protagonizó Odegaard en su regreso a San Sebastián, Zidane le mantuvo la confianza en el siguiente compromiso ante el Betis.
El noruego volvió a ser de la partida pero el descalabro del Madrid en el primer tiempo (se fue al descanso perdiendo 2-1) tuvo un culpable a ojos de Zidane. Odegaard no salió de los vestuarios y fue sustituido por Isco. El Real Madrid remontó el partido con polémica arbitral incluida y desde entonces el papel del nórdico ha sido absolutamente residual.
En la siguiente jornada ante el Valladolid, a pesar de que Zidane mantuvo su apuesta por el 4-4-2, Odegaard arrancó el partido en el banquillo. Con el equipo blanco atascado en ataque y sin fluidez en la circulación, el entrenador francés no recurrió al juego entre líneas del nórdico sino que optó por dar entrada a Vinicius y Asensio, cuyas buenas actuaciones les valieron para empezar el choque ante el Levante. En aquel choque, el recién llegado solo disputó un minuto.
La alargada sombra de Modric
Una de las grandes razones por las que Zidane reclutó a Odegaard fue para poder llevar a cabo una transición cómoda en el mediocampo para que Modric le entregara el testigo. Pero a sus 35 años, el centrocampista croata parece que está en plenitud de facultades y que todavía tiene cuerda para rato, por lo que no se atisba que vaya a dejar su batuta tan fácilmente.
El 10 blanco ha sido titular en todos los choques menos en el Villamarín (su entrada fue clave en la remontada) y ante el Levante, con permiso de Courtois, fue el mejor jugador del Madrid sobre el terreno de juego. En total, Luka Modric suma 294 minutos en los cuatro partidos esta temporada mientras que Odegaard, venido a menos, se ha estancado en los 115 minutos jugados en tres choques.
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