“Ha habido dos o tres cambios en el equipo y no se ha notado. Están todos encufados y eso para un entrenador significa mucho”, valoró Zinedine Zidane en la rueda de prensa posterior a la goleada al Eibar (0-4) en la que fue la mejor actuación de los blancos en lo que va de temporada.
Aunque no dio los nombres ni apellidos, ese par de novedades a las que se refirió el entrenador francés eran Luka Modric y Lucas Vázquez. El croata entró en el once para dar un respiro a Kroos mientras que el gallego fue titular por sorpresa en lugar del niño del momento: Rodrygo Goes.
Tanto uno como otro no han protagonizado un buen inicio de campaña (en buena medida por culpa de las lesiones) y han sido objeto de algunas críticas por su flojo rendimiento, que no pasó desapercibido tampoco para Zidane. El técnico francés ha apostado por Valverde en la medular y por Rodrygo en el extremo derecho y ambos han respondido a la confianza de su entrenador.
En Eibar Zidane optó por dar un pequeño volantazo en la alineación y le dio una oportunidad a Modric y Lucas. El gallego no jugaba con el Madrid desde el 2-2 contra el Brujas y el croata, lesionado en el anterior parón de selecciones, fue de la partida contra el Betis.
El ‘10’ del Madrid, bien escoltado en la medular por Valverde y Kroos, se descolgó más de lo que es habitual en él para enlazar sobre todo con Benzema. Modric disputó los 90 minutos, solo falló 5 pases y coronó su gran partido con una asistencia para que Valverde cerrara la goleada. Lucas, por su parte, provocó el penalti que propició el 0-3 y se mostró profundo y con chispa a pesar de llevar más de un mes en el dique seco.
Con ellos en el once, el Madrid no perdió un ápice de la solidez exhibida desde la derrota en Mallorca y Zidane sabe que necesita de su mejor versión para llegar vivo a la pelea por los títulos en el mes de abril.
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