Zion Williamson (Salisbury, 6 de julio del 2000) debutó hace más de 1.000 días en la NBA, pero no fue hasta esta semana que alcanzó su partido número 100 en la competición estadounidense. El portento de 22 años, número uno del Draft de 2022, ha sido víctimas de lesiones crueles y recurrentes, un lastre que ha amortiguado el tremendo ruido mediático con el que llegó a la liga. Aunque se ha perdido más partidos (146) de los que ha disputado, su centenario profesional sitúa al ala pívot a la altura de las grandes leyendas.
“Ha sido un largo camino. ¿Quería que fuese así? Por supuesto que no. Me hubiera gustado jugar cada partido”, explicaba después de liderar con 23 puntos, 8 asistencias y 3 tapones el triunfo de los New Orleans Pelicans sobre los Oklahoma City Thunder por 105-101. “Al final del día, estoy igualmente agradecido por lo que he tenido que pasar. Me ha ayudado mentalmente y espiritualmente, he crecido como hombre”.
La pasada campaña, Zion se la pasó entre algodones intentando superar una puñetera lesión de pie que volvió a poner el foco sobre sus problemas con la dieta y el sobrepeso. No pudo disputar ni un solo partido y cobró mucha fuerza el relato de la estrella estrellada. Con razón: de 246 encuentros posibles, el número uno del Draft de 2019 solo ha participado en 100, un 40% del total.
Sin embargo, cuando la salud le ha respetado, sus números y su juego han sido magníficos, incluso históricos. Zion es el primer jugador que promedia 25,2 puntos con un 60% de acierto en su primer centenar de partidos. Los únicos jugadores que en cualquier tramo de 100 partidos han logrado esos registros han sido Charles Barkley, Shaquille O’Neal, Kevin McHale y Wilt Chamberlain.
El portentoso jugador, un tonel de músculo y fuerza motriz, es además un rara avis en la nueva era del tiro de perímetro. En la pintura acumula ya 1.898 puntos, y solo Shaq logró más en un período de 100 encuentros. En 42 ocasiones ha sumado 20 o más puntos en la zona restringida, algo que ningún otro jugador logró más de 10 veces durante sus primeros pasos en los últimos 25 años.
La estadística definitiva le acerca más que nadie al fenómeno Michael Jordan en 1984. En 83 partidos ha anotado al menos 20 puntos, y el ’23’ de los Chicago Bulls es el único que logró más (85) en sus primeros 100 partidos en la NBA. Con 2.524 puntos acumulados, el ala-pívot se sitúa además dentro del Top 10 histórico.
Jugadores con más puntos en sus 100 primeros partidos en la NBA
1
3.748 – Wilt Chamberlain, Philadelphia Warriors
2
3.122 – Walt Bellamy, Chicago Packers / Zephyrs
3
3.040 – Oscar Robertson, Cincinnati Royals
4
2.943 – Kareem Abdul-Jabbar, Milwaukee Bucks
5
2.879 – George Mikan, Minneapolis Lakers
6
2.832 – Rick Barry, Golden State Warriors
7
2.797 – Elvin Hayes, San Diego Rockets
8
2.721 – Michael Jordan, Chicago Bulls
9
2.569 – Elgin Baylor, Minneapolis Lakers
10
2.524 – Zion Williamson, New Orleans Pelicans
“Para mí, llegar por fin a los 100 partidos… piensa en ello, he tenido tres entrenadores distintos. Es el primer año que miro en el vestuario y hay los mismos compañeros. La conclusión es que es bueno tener un grupo estable alrededor mío”, valoró el jugador. Desde su campaña de novato, cuando tan solo pudo disputar 24 partidos después de recuperarse de una rotura de menisco en la rodilla derecha, el jugador las ha sufrido de todos los colores. La pandemia cortó en seco su progresión y, a pesar de que su campaña de sophmore fue más plácida, el bicho de las lesiones volvió a picar y le dejó en el banco la totalidad del curso pasado.
En verano, después del reguero de decepciones y la presión montante, Williamson dio un par de pasos importantes. Contrató a un chef y trabajó un exhaustivo programa de preparación física con su entrenador personal. En su corta carrera, ni Stan Van Gundy ni Alvin Gentry han podido sacarle jugo a una plantilla inestable, aunque ahora Willie Green si puede presumir de un grupo profundo y compacto gracias a la presencia de veteranos como CJ McCollum y Brandon Ingram.
“Es un talento fenomenal. Cuando está en marcha, puede hacer cosas especiales sobre la pista. Cómo ataca la pintura, cómo involucra a sus compañeros. Puede ser una pesadilla para los equipos rivales, porque siempre está empujando”, le elogia su entrenador. Uno de sus excompañeros, el podcaster JJ Redick, le define así: “Es imparable, es un abusón con la pelota. He jugado con jugadores potentes que metían muchos puntos dentro de la pintura, como Dwight Howard, Blake Griffin o Joel Embiid, pero nada se puede comparar con lo que hace Zion”.
Ahora, Williamson encara una temporada clave en su progresión, muy ligada al devenir de una franquicia donde no siempre se ha sentido cómodo y en casa. Si los Pelicans tienen suerte con las lesiones y él sigue enchufado, pueden soñar con hacer daño en los playoffs y convertirse en un polo de atracción de talentos en los próximos años. Los siguientes 100 partidos definirán bastante mejor quién quiere ser Zion, ¿un gran jugador o una gran leyenda?