No fue un día cualquiera, fue un hito en la historia de la Real y de muchos aficionados que llevaban varios lustros esperando poder disfrutar de un campo de fútbol sin pistas de atletismo. Los jugadores, cómo no, también saben apreciarlo y se sienten unos privilegiados: “Puedo decir que los que hemos llegado ahora al primer equipo somos unos afortunados”, sostiene Igor Zubeldia, uno de los pilares del equipo: “Debemos aprovechar esta oportunidad porque el tren pasa muy rápido y hay que ir a por todas”, apunta.
El vestuario también tenía marcado en rojo la fecha del 14 de septiembre: “Era el día que todos esperábamos”, reconoce el ‘5’ de la Real, que no olvidará un día tan especial: “Estrenábamos el estadio y vino más gente que nunca que nos apoyó hasta el último minuto”, valora. Expresa el deseo de que la presencia tan multitudinaria en “todos los partidos”, pero recalca que “lo más importante es que hicimos buen juego y un buen partido, y que sacamos los tres puntos”.
Zubeldia fue de los que conoció ‘el viejo Anoeta’, por lo que está en disposición de señalar que “se nota un estadio con pistas o sin pistas. Ahora la afición está a dos metros de distancia y se nota mogollón, nos da un plus para jugar”. Reconoce que sobre todo la grada Aitor
Zabaleta “nos da mucho y es de agradecer”.
El partido fue histórico por la reinauguración del estadio, pero lo que queda en el casillero son los tres puntos y la caseta concede más importancia a eso y al buen fútbol desarrollado por el equipo: “Todos nos preguntan a ver qué tal el estadio, pero lo más importante fueron los tres puntos y que fue un día espectacular. Todo salió perfecto”.
Ganas de revancha en Cornellà
Zubeldia, es, hasta ahora, uno de los cuatro jugadores que ha hecho pleno de minutos en los cuatro partidos, junto a Odegaard, Oyarzabal y Moyá. Afirma el azkoitiarra que, gracias a los fichajes “podemos decir que hay más competencia que el año pasado”, pero que por esa misma razón, “nadie se puede sentir titular”.
El sábado pasado, el ‘5’ txuri urdin jugó por primera vez en la que considera su posición natural, que es el centro del campo, ya que en los tres encuentros anteriores le había tocado ser central. La recuperación de Aritz
Elustondo le devuelve a su hábitat, pero no desdeña lo aprendido: “Cuando juegas en un sitio en el que no lo haces habitualmente, aprendes cosas nuevas que ayudan cuando vuelves a tu puesto”, dice. No oculta que “prefiero jugar en el centro del campo porque me salen las cosas de manera más natural, pero si Imanol me dice que tengo que salir de central, yo encantado”.
El domingo les toca jugar a las 14 horas: “Prefiero jugar de tarde o noche, pero no hay excusas. La pasada temporada se nos fue allí Europa en el último partido y tenemos más ganas que nunca de ganar”.
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