La Real anunció oficialmente el confinamiento de Zubieta nada más decretarse el Estado de Alarma. Como sucede en el resto de la población, no hay fecha concertada para que la normalidad vuelva a reinar en el cuartel general txuri urdin. La cantera se confinó con la cuenta pendiente de remontar el vuelo tras una temporada que se estaba revelando discreta en comparación con los resultados que los equipos de la base suelen protagonizar.
El mensaje que traslada el club oscila en torno al crecimiento de los canteranos, la evolución de su gen competitivo, más allá de si un domingo ganan y el siguiente pierden. Las victorias y las derrotas en Zubieta son en cada fracción de segundo de cada entrenamiento. El 2-1 de un partido o el 0-3 de la siguiente jornada es un elemento accesorio. El objetivo que prevalece, el principio básico, es terminar suministrando vitamina local al primer equipo. Todo lo que ocurre antes forma parte de una cadena vital heterogénea: unos llegan, otros se van.
A la Real no se le ha visto durante esta temporada igual de católica que en otras ocasiones en ciertas divisiones de su cantera. Y eso que, al frente de la factoría, el Sanse conserva intactas sus aspiraciones de entrar en el playoff por el ascenso, quinto a tres puntos del cuarto. El segundo filial, el otro equipo senior restante, respira en decimotercera posición de Tercera tras un comienzo de año renqueante. La Real C huyó de la quema y no estaba previsto, antes de la crisis, que fuera a atravesar excesivos apuros.
En una categoría superior
Los sectores juvenil y cadete siempre fueron terrenos fértiles de títulos para la Real. Esta temporada no existen aspiraciones de reeditarlos. El Athletic, ineludible máximo rival en esta persecución, domina las diferentes clasificaciones del círculo formativo. El División de Honor Juvenil es segundo, por lo que está en disposición de entrar en la Copa del Rey. El Easo ocupa la misma plaza, pero distanciado a 11 puntos del Athletic, con la Liga Nacional Juvenil perdida. Es un entorchado que no se suele escapar tan fácilmente.
Los equipos cadetes restantes viajan en quinta y cuarta plaza respectivamente. El Liga Vasca también se ha visto obligado a renunciar al título, ya que se encuentra a 15 puntos del Athletic. El Cadete de Honor es cuarto a falta de seis jornadas de que finalice el campeonato. La Real, como en las últimas temporadas, tiene a dos de sus equipos compitiendo en categorías superiores: los infantiles de segundo año juegan contra los de Primera Cadete y los infantiles de primer año, en Infantil de Honor.
El incierto final de esta temporada, además, puede afectar al tráfico habitual del ciclo formativo en función de si las diferentes divisiones se dan por suspendidas o no.
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