La estrella de Martin
Zubimendi no deja de brillar, aunque cada vez es más alta la exigencia. El jugador de la Real Sociedad volvió a dar una lección sobre el césped en su estreno con la selección absoluta española ante Lituania, a la que sacó del campo en el amistoso de Butarque (4-0). El donostiarra, llamado a última hora como todos sus compañeros por el positivo de Busquets y el obligado aislamiento de los convocados por Luis
Enrique, estuvo muy activo en la elaboración del juego del combinado hispano y formó una talentosa pequeña sociedad con Gonzalo
Villar. El realista se ubicó como pivote único en la medular de la selección, formando un triángulo invertido con Manu García y Villar que terminó siendo un tornado para los lituanos.
El realista estuvo atinado en el juego en largo, buscando los límites del campo y también jugando de primeras por dentro. Se ubicó en ocasiones más adelantado, de interior. Habilitó a la perfección a Óscar
Gil por el carril derecho y cedió un balón de gol a Mingueza en una acción propia de extremo derecho, pero el defensa del Barça falló ante el portero.
Una vez más, Zubimendi maravilló con la camiseta de la selección española, aunque en este caso, en su bautismo con la absoluta. En teoría, vuelve a estar de vacaciones, aunque seguro que tiene el trolley preparado por si Luis
Enrique finalmente se decide a apostar por él en los próximos días si hay que sustituir a Sergio
Busquets para la Eurocopa.
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