1-1: Un gol en el minuto 92 mantiene con vida a Noruega

Un nuevo gol en el tiempo de prolongación, como ya ocurrió el pasado sábado en Oslo ante España, permitió a la selección de Noruega sumar un valioso empate (1-1) en su visita a Rumanía que mantiene vivas sus opciones de clasificación a la fase final de la Eurocopa 2020.

Objetivo que parecía al alcance de la mano del equipo rumano gracias al gol de Mitrita, el jugador más destacado del encuentro, y que ahora se antoja tremendamente complicado para los de Cosmin Contra, que tendrán que jugarse el billete en dos complicadísimos partidos ante Suecia y España.

No dudó el conjunto rumano en ceder la posesión de balón al equipo noruego, confiado en la velocidad de sus hombres de ataque, en especial del explosivo Ionut Mitrita.

El jugador del New York City protagonizó las mejores ocasiones de la selección rumana, que a punto estuvo de adelantarse a los doce minutos de juego con un fulgurante contraataque.

Pero Mitriu, que se escapó como una exhalación de su par, no acertó con el remate, un disparo excesivamente cruzado que se marchó fuera por muy poco.

Un error que no amedrentó al atacante rumano, que en el último minuto del primer tiempo volvió a rozar el gol con un lanzamiento desde la frontal del área al que respondió el guardameta noruego Rune Jarstein con una soberbia parada.

Noruega no fue capaz de traducir su dominio del balón en claras ocasiones de gol, salvo en un magnífico remate del jugador de la Real Sociedad Martin Odegaard que obligó a lucirse al portero Ciprian Tatarusano, mientras que Rumanía llevó peligro en cada uno de sus zarpazos.

Una dinámica que no cambió en la segunda mitad, en la que Ionut Mitrita se adueñó ya definitivamente del partido. Lo demostró a los 52 minutos con un medido pase para la carrera del lateral Nicusor Bancu, que acabó derribado en el interior del área por el centrocampista noruego Sander Berge.

Una pena máxima que no acertó a transformar el delantero George Puscas, una de las grandes esperanzas del fútbol rumano, que vio cómo el portero noruego Jarstein adivinó sus intenciones y paró el lanzamiento.

Nada pudo hacer, sin embargo, el cancerbero visitante por evitar diez minutos más tarde, en el 62, el gol de Mitrita, que con una acción prácticamente idéntica a la que protagonizó en el último minuto del primer tiempo, logró batir a Jarstein.

Si en la primera mitad el guardameta noruego evitó el gol de Mitrita con una sensacional estirada, en la segunda el jugador rumano, que se plantó solo en la frontal del área tras robar un balón, ajustó de tal forma su disparo que nada pudo hacer el cancerbero de Noruega por evitar el 1-0.

Un tanto que obligó a reaccionar al equipo escandinavo, que, más por empeño que por juego, logró acercarse con cierto peligro al área rumana en el tramo final de la contienda.

Aunque sin la suficiente claridad de ideas para superar a la zaga local, lastrado por la falta de acierto en el último pase de Martin
Odegaard, todo un problema para el conjunto noruega, que tiene en el jugador de la Real Sociedad su futbolista más talentoso.

Los de Lars Lagerback tuvieron que olvidarse de exquisiteces y apelar a aquello por lo que más han destacado a lo largo de su historia, el juego aéreo, una vieja fórmula que volvió a dar resultado a Noruega en Bucarest.

A los 92 minutos, un potente y certero cabezazo del delantero Alexander Sorloth supuso el definitivo 1-1 que mantiene con vida a los noruegos y complica de manera notable las opciones de clasificación de la selección rumana.