Los Golden State Warriors controlaron el partido hasta que se tornó en tragedia. Un demoledor parcial de 17-0 acabó con las opciones de los californianos de mantener el factor cancha y acabaron claudicando a las primeras de cambio en estas Finales NBA.
El último cuarto arrancó con los Warriors por delante y con una ventaja suficiente para poder manejar el tempo del encuentro. Sin embargo, Boston tenía otros planes. Tardaron un par de minutos en ponerlo en práctica pero una vez enchufados no hubo forma de pararles.
Desde el minuto 42 hasta el 47, Boston fue una apisonadora. 17-0 de parcial en apenas cinco minutos, anotando 5 triples y logrando más del doble de las secuencias de ataque de su rival.
Su dominio en el rebote, sumado al acierto exterior de Horford (8 puntos), Smart (6) o White (3), acabó por destrozar a Golden State que encajó un golpe numérico y anímico. Tras eso, los Warriors fueron incapaces de recuperarse.
Boston pasó de perder de 12 al término del tercer cuarto a imponerse finalmente por 12 puntos al final del encuentro. Esos 24 de diferencia igualan el cuarto margen más grande logrado por un equipo en cualquier periodo de unas Finales de la NBA.