2-1: El Atlético le gana por la mano a la Real Sociedad

El Atlético de Madrid derrotó a la Real Sociedad en el Metropolitano gracias a un gol de Griezmann de penalti en el minuto 89. Una acción polémica que encendió a los donostiarras, que habían reclamado otra pena máxima por mano de Morata. Antes de que llegase lo conflictivo, Lino adelantó a los colchoneros en una primera mitad en la que fueron mejores y la Real, que había crecido en la segunda, empató por medio de Oyarzabal.

Comenzó el partido movido. Mucho. Tanto, que a los 15 segundos la Real Sociedad ya se había adelantado en el marcador. Hermoso había mandado el balón a su portería, pero por suerte para los rojiblancos, había un fuera de juego previo muy claro.

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Eso despertó al Atlético, que tenía el plan muy claro. Estar juntos en defensa y buscar la espalda de la zaga txuri-urdin ante los pocos espacios que había para jugar en corto y por el medio. Así llegaron las dos primeras ocasiones, ambas de De Paul. Y a la tercera fue la vencida. Koke puso un pase delicioso a Lino, que había comido la tostada a Traoré en el desmarque. Control orientado con la derecha y remate con la izquierda para sorprender a Remiro por su palo.

Replegó algo el Atlético tras el gol y cedió el balón a la Real, que era incapaz de generar peligro. Sobre todo por banda, donde tenía dos puñales con Kubo y Barrene, pero Lino y Molina (con las ayudas de Hermoso y Azpilicueta) estaban serios para no dejarlos penetrar.

Con Morata en pelea continua con su compañero de selección Le Normand, con agarrones del central no pitados, el peligro del Atlético debía ir por otro lado. Por ejemplo, a balón parado, donde llegó una oportunidad de oro para el 2-0. Sacó raso Griezmann, la dejó pasar Koke y De Paul, desde la frontal, estrelló el esférico en el palo.

De ahí al descanso, un penalti pedido por Kubo tras un mal control de Oblak que no lo pareció y la única (pero peligrosa) llegada donostiarra del primer acto, un cabezazo de Oyarzabal, libre de marca, que se marchó arriba.

El Atlético salió del vestuario como acostumbra, a por el gol. Lo logró en tres de los cuatro últimos choques y estuvo a punto de hacerlo frente a la Real. Tras saque de falta de Griezmann y mal despeje de Le Normand, Witsel la mandó al palo.

Ninguno de los dos equipos controlaba el juego, con imprecisiones continuas . Eso suele venir mejor al equipo que va perdiendo, que hizo su primer remate a puerta en el 58’. De Brais, sin problemas para Oblak. Respondió Morata, con mismo resultado. Y luego le tocó a Oyarzabal, que desde fuera del área y con la derecha, soltó un latigazo que se topó con la madera.

Y LLEGÓ LA POLÉMICA

Crecía la Real, con triple cambio de Imanol, que estuvo cerca de tener un penalti a favor. En un córner, un remate de Brais acabó impactando en la mano de Morata. Nadie se percató de ello en directo pero al rato, desde el VAR avisaron a Munuera Montero, que fue al monitor y tras una revisión eterna, consideró que no era para señalar penalti. Involuntaria, no afectó a la jugada, pero… La interpretación salió cara esta vez para el Atlético.

Movió ficha Simeone metiendo a Saúl y Riquelme, ambos en el medio. Y sin tiempo para plantarse en el campo, la Real cogió por sorpresa al Atlético, totalmente desubicado tras una pérdida de Molina con el equipo arriba. Carlos Fernández habilitó a Oyarzabal con un gran pase y el capitán, en el mano a mano, no perdonó ante Oblak. Se veía venir.

Entraron Galán y Savic, los otros dos jugadores de campo que quedaban en el banco. Hacían falta piernas, porque el Atlético estaba agotado. Empujaba el Metropolitano. Y Simeone. Riquelme la tuvo pero se encontró con Remiro. Y llegó otra acción polémica. Otra mano. Remató Griezmann y el balón golpeó en Carlos Fernández, que estaba en el suelo y de espaldas. Pero con el brazo extendido y el esférico iba a puerta. Penalti. Lo transformó el francés, que no falló ante el equipo que le llevó a la elite. No lo celebró. Minuto 89. Y siete de descuento. Se volcaba la Real, con toda la artillería arriba. Resistió el Atlético, que se va en una gran racha a un parón necesario para recuperar efectivos.