Hasta seis goles en menos de 25 minutos fueron los encargados de hacer de este Inglaterra – Rumanía uno de los mejores partidos de lo que va de Europeo Sub 21.
El cuadro inglés, desdibujado en defensa, sucumbió ante la Rumanía de un Hagi que, haciendo honor a su padre (Gheorghe
Hagi) comandó a su país hasta la victoria.
Lo hizo tras una primera parte en la que apenas ocurrieron grandes ocasiones de peligro. Los dos equipos se medían con el temor típico a cometer algún tipo de fallo.
Sin embargo, ya en la segunda parte, Inglaterra comenzó a dar muestras de un desorden general en la zaga del que Rumanía sacó partido. El primero en hacerlo fue Puscas convirtiendo un claro penalti a la izquierda de Henderson que esta vez no pudo hacer nada para atajarlo como si lo hiciera la pasada jornada ante Francia.
A partir de ahí, Gray respondió a los tres minutos con un buen derechazo colocado y comenzó la cascada de goles de un lado y del otro. En el 85’ volvió a adelantarse Rumanía por medio de Hagi y al minuto siguiente Abraham volvió a poner las tablas para Inglaterra.
Ya en el 88’ sin tiempo para respirar, Rumanía, y en concreto Coman, asestó el golpe de gracia a los Pross que ya no pudieron hacer nada para volver al partido. En el descuento, de nuevo Coman colocó un balón imposible en la escuadra para delirio de los aficionados rumanos. De la misma manera, Inglaterra queda apeada y como una de las grandes decepciones tras aterrizar en Italia con el cartel de ser una de las favoritas.
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