3-0. El Málaga vuelve a la zona de promoción

El Málaga, tras siete partidos sin ganar en La Rosaleda, y con 10 jugadores por la expulsión en el minuto 30 del centrocampista albanés Keidi Bare, firmó este lunes una clara victoria ante el Oviedo (3-0) que le sitúa de nuevo entre los seis primeros.

El equipo malagueño, con dos novedades en el once inicial, las de Luis Hernández y Juankar en la defensa, el segundo después de seis meses lesionado, comenzó el duelo con más ímpetu, ante un Oviedo sin miedo que presionaba la salida del balón de su rival.

Los minutos transcurrían sin excesivos sobresaltos hasta que entró en juego el centrocampista del Málaga Javi Ontiveros, que fabricó una jugada por la izquierda, entró en el área y quebró al delantero Ibrahima, en funciones defensivas, que cometió penalti.

Era el minuto 16 y Adrián González lanzó la pena máxima y firmó el 1-0.

El Oviedo acusó el golpe y un minuto después, Ontiveros tuvo el segundo en su botas, pero su disparo, solo, sin portero, lo salvó en la línea de gol Johannesson con la cabeza.

Pero el conjunto ovetense volvió a la carga ante un Málaga que se quedó con 10 jugadores por la expulsión con roja directa del centrocampista albanés Keidi Bare, en el minuto 30, por una patada a Ibrahima.

El Málaga no se asustó y a pesar de su inferioridad numérica buscó el segundo. Incluso pidió otro penalti sobre el delantero argentino Gustavo Blanco Leschuk que no indicó el colegiado canario Pulido Santana.

Poco antes del final del primer tiempo, Ontiveros cogió el esférico, se abrió en la frontal del área sorteando contrarios y marcó el 2-0 con un potente disparo que entró por una escuadra.

En la segunda mitad, el Málaga no se amilanó a pesar del empuje del Oviedo, que llegó con peligró a la portería local pero no atinó a acortar diferencias.

Con el Oviedo volcado en el área contraria, un contragolpe, llevado por Gustavo Blanco, acabó en un pase al defensa Cifu, que se fue por velocidad y finalizó con una vaselina por encima de Champagne (3-0).