3-1: Willian José y Portu (2) golpean en el estreno realista

La Real Sociedad solventó con un cómodo triunfo el primero de sus amistosos de la pretemporada, preludio de su campaña más excitante de los últimos tiempos. Los de Imanol, todavía sin Silva y sin otros jugadores importantes como Januzaj y Zaldua, derrotaron (3-1) a la UD Logroñés, recién ascendido a Segunda División, en un partido sin ritmo en el que el oriotarra ha empleado dos equipos y dos sistemas diferentes en cada una de las partes. Willian
José de penalti y Portu por partida doble, el primero también desde el punto fatídico, fueron los goleadores de una escuadra txuri urdin en la que primero Roberto
López y luego Oyarzabal hicieron de Odegaard en el primer partido sin el noruego.

Imanol puso en liza un ‘once’ que no se asemejará en nada al que disponga el 12 de septiembre; con ocho canteranos, cuatro elementos novedosos como Zubiaurre en el arco, Guridi en la sala de máquinas, Roberto
López de volante y Bautista en punta. Incluso probó con un esquema diferente, ya ensayado en otros contextos, con rombo en el centro del campo y la extraña posición de Willian
José como mediapunta. El formado por Zubiaurre; Gorosabel, Zubeldia, Llorente, Aihen; Zubimendi, Roberto
López, Guridi, Willian
José; Portu y Bautista fue el primer equipo titular de la pretemporada realista. Ante tanta ausencia de jugadores con recorrido, Zubeldia se ajustó el brazalete al bíceps. Otro capitán de 23 años.

Dos goles de penalti

La intriga del choque quedó finiquitada en el minuto 4, cuando Portu fue derribado en el ángulo del área grande por Adrián. Willian José anotó el primer tanto del verano y a partir de ahí la Real controló el partido, sin monopolizar el cuero, pero haciendo gala de su esencia: juego desde atrás, presión adelantada y constante búsqueda del jugador liberado. Aihen sonreía feliz porque Roberto
López le encontró siempre con su ajustado punto de mira y Zubimendi, fortísimo en los duelos, hallaba al maño entre líneas. Guridi aparecía por todas partes para rebañar el balón, domarlo o dar un apoyo. Esa medular joven y autóctona se reivindica desde la segunda línea de frente, porque la primera está reservada para Merino, Silva y quizá Oyarzabal.

Zubiaurre erró al golpear un balón que regaló a Rubén, pero enmendó su error parando el chut ulterior. Era la Real la que opositaba al segundo gol en un Zubieta desangelado y vacío por el COVID-19. Lo firmó de nuevo de penalti un Portu ansioso por marcar. La penetración de Gorosabel, plena de poderío y autoestima, fue su preludio. Dos minutos después, repitió el murciano en un córner botado por Roberto
López y peinado por Bautista. Portu se acomodó el cuero y lo alojó en la red.

Chsipazos de Barrenetxea y bostezos

Para la segunda parte, Imanol sacó un ‘once’ distinto, con Oyarzabal por dentro, de volante derecho en un 4-3-3: todo hace indicar que lo sacará de la banda. Merino, qué gusto seguir viéndole de txuri urdin, impuso jerarquía y dio un gran pase a Isak, que marró el tiro por cruzarlo demasiado.

Golpeó la UD Logroñés en una llegada aislada, con la colaboración de un Le
Normand que tiene un claro problema con sus manos. Penalti ya habitual del bretón y gol de Andy. Las luces de la Real se fueron apagando en compás con las del día y sólo los chispazos de Barrenetxea por la izquierda y alguna cabalgada de un poderoso Sagnan sacaban al personal -el espectador vía Youtube- del letargo.

[+] Mira el resumen y los goles del partido:

La UD Logroñés, de hecho, fue claro dominador del último tramo y Zubiaurre, único realista que jugó los 90 minutos, evitó un más deshonroso 3-2 con una feliz atajada. Hubo tiempo para un chispazo final de Isak, pero, tras quebrar al defensa y al portero con un control y un regate y rematar a gol, anularon su obra de arte por fuera de juego.