3-2: El Eibar rema para morir en la orilla

No pudo entrar mejor el Eibar al partido. Un debutante Inui salió excitado al Wanda y ya en el 45’’ puso en apuros a Oblak, que tuvo que sacar la manopla para detener el primer envite. Acto seguido, el propio japonés pudo ser expulsado tras una dura entrada a Trippier. Sin tiempo para colocarse sobre el terreno de juego, los armeros golpearon primero. Arbilla realizó un buen cambio de orientación para Orellana, que caracoleó por el área para sacar un buen centro que remató a placer Charles, el Rey del primer toque. Primeros minutos, y al seis de juego ya había metido una para el saco.

Reaccionó rápido el Atlético respondiendo desde el carril izquierdo, con una buena incursión de Lodi que paso un paso atrás a Diego
Costa que desde el área pequeña no acertó en rematar. Era el 1-1, pero se le marchó alto al hispanobrasileño. Sin embargo, como si de una pitón se tratase, el Eibar volvió a morder. Pedro León puso un buen centro desde la derecha, despejó la zaga rojiblanca para dejar un balón franco a Arbilla, que fusiló desde el balcón del área para hacer el segundo. El envió tocó en Llorente, despistando a Oblak para hacer el 0-2 antes del minuto 20. Ni los armeros más optimistas.

Pero esto es el Atlético de Madrid y Wanda. Los colchoneros redujeron distancias mediante Joao
Félix. El portugués culminó a placer una buena carrera de Diego
Costa, que tras recorrer 30 metros tumbó a Sergio para asistir al ‘7’, que solo tuvo que poner el pie. Nadie dijo que fuera fácil.

Vitolo sale y revoluciona

El guion no cambió ne exceso en la segunda mitad. El Eibar siguió agazapado mientras que Simeone movió ficha. Quitó a Llorente para meter al puñal Vitolo, que dio un rendimiento inmediato. Lodi volvió incidir por el costado de Tejero y asistió a Vitolo con calidad que con un toque sutil con el exterior supero a un Dmitrovic que nada pudo hacer.

Mejoró mucho el Atlético de Madrid, que quitó un centrocampista creativo para meter más madera arriba. Simeone buscó verticalidad y desborde, algo de lo que va sobrado Vitolo, que penetró una y otra vez por la banda izquierda. Se le hizo largo el partido al Eibar, incluso con el contratiempo de Sergio, que se rompió y tuvo que entrar Oliveira. Los colchoneros pudieron hacer el 3-2 en un despiste de Dmitrovic, al que se le escapó un balón aéreo sencillo para dejar el esférico muerto en el área, pero Giménez no acertó con la chilena.

Hizo más cambios el técnico argentino, introduciendo al canterano Riquelme que dio frescura y desparpajo, pero la defensa armera estuvo atenta para parar una y otra vez todas las embestidas rojiblancas. Emergió como un muro Iván
Ramis, que siempre que esté disponible es un fijo para ‘Mendi’. Repelió varios envíos peligrosos desde los costados de todas las maneras posibles. De cabeza, con la izquierda y con la derecha, ganó incluso una carrera decisiva a Diego
Costa.

Remar para morir en la orilla

Hasta que llegó Thomas, que entró en el 84 y le dio el partido al Atlético. En una jugada embarullada, el ghanés con varios rebotes se quedó solo delante de Dmitrovic superando al serbio con un disparo picado por debajo de sus piernas. Trató de pararlo Ramis con la cabeza, pero no tuvo fortuna al meter la testa pronto. El Eibar se encontró con dos goles, merecidos en todo caso, pero no pudo aguantar en un escenario tan exigente e imponente como el Wanda. Los armeros se marchan al parón sin saber lo que es ganar.