5 errores con la mascarilla que deberías evitar desde ya

Las mascarillas se han convertido en uno de los elementos más importantes de nuestra vida diaria por la pandemia del coronavirus. Hemos escuchado decenas de recomendaciones sobre su uso, pero todavía hay algunos errores con la mascarilla que se siguen cometiendo con frecuencia.

No hay que olvidar cuál es la función principal de la mascarilla: proteger nuestra salud y la de las personas que hay en nuestro entorno. La propagación del coronavirus se da a través de las pequeñas gotículas que se expulsan al toser, estornudar, o simplemente hablar. Pues bien, utilizar correctamente la mascarilla es clave para «frenar» dichas gotículas.

Cubrirse sólo la boca

En España el uso de la mascarilla es obligatorio en cualquier espacio público. No hacerlo conlleva una sanción económica de 100 euros. Lo mismo ocurre si una persona lleva la mascarilla mal puesta, cubriéndole sólo la boca, por ejemplo.

Respiramos parcial o totalmente por la nariz, de forma que llevar la mascarilla de esta forma implica un alto riesgo de contraer el Covid-19. Ocurre lo mismo si una persona es portadora y únicamente se tapa la boca con la mascarilla: al estornudar genera esas gotículas respiratorias con las que puede contagiar a las personas de su entorno.

No manipular bien la mascarilla

Parece que ponerse la mascarilla es lo más sencillo del mundo. Sin embargo, hay muchas personas que a la hora de sentarse a tomar un café se la colocan en la barbilla o se la cuelgan del cuello. Esto es un gran error, porque si la parte interior toca una parte del cuerpo o de la ropa que tiene el virus, y luego la mascarilla vuelve a estar sobre la nariz y la boca, el riesgo de infección es muy alto.

A la hora de ponerse y quitarse la mascarilla las manos deben estar perfectamente limpias. Además, hay que evitar tocar la cara interna. A la hora de quitársela, lo mejor es guardarla en una bolsa de tela o de papel, o en un estuche guarda-mascarilla.

No llevarla bien ajustada

Este es uno de los errores con la mascarilla más frecuentes de todos. No llevarla bien ajustada implica que el aire pueda transitar libremente por los huecos. El objetivo de llevar la mascarilla es establecer una especie de barrera que bloquee la mayor cantidad de aire posible. Por lo tanto, aunque la comodidad es esencial, también es importante que esté bien ajustada.

Exceder el tiempo de uso

A todo ello hay que sumar que hay personas que llevan la mascarilla más tiempo del recomendado por el fabricante. Tanto las quirúrgicas como las higiénicas hay que cambiarlas cada cuatro horas. En cuanto a las de tela, lo indica en las instrucciones.

No cambiar la mascarilla mojada por la lluvia

Si una mascarilla se moja deja de filtrar de manera adecuada, tanto las desechables como las de tela. Las de tela se pueden lavar, secar y reutilizar, pero las desechables habría que tirarlas. Una buena idea es llevar un protector tipo pantalla de plástico, que haría las veces de «paraguas de la mascarilla».


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