El Joventut se sobrepuso a la derrota ante el Barça en la primera jornada y a la supuesta inexperiencia que se puede deducir de su joven plantilla para superar al Bilbao Basket por 79-86 y mantener opciones de clasificación. Una canasta a tabla de Conor Morgan al final del tiempo regular, la primera del canadiense en el partido, supuso el empate en el marcador y una vez en el tiempo adicional el mismo Morgan encendió la mecha anotadora con cinco puntos seguidos que dieron empuje al equipo badalonés.
Klemen Prepelic, con 21 puntos, Alen Omic, con 12 rebotes, y Albert Ventura con 8 capturas y un robo de balón clave sobre Rafa Martínez en la última jugada de la prórroga fueron otros elementos importantes del Joventut, que llegó a perder por nueve en la segunda mitad (52-43) y siempre tuvo carácter y fe en la recuperación.
Aunque sin demasiado acierto exterior, el partido empezó con ritmo y un ligero dominio del Bilbao que llegó a estar siete arriba, impulsado por una mayor intensidad defensiva. Destacables fueron algunas acciones ofensivas del joven Pep Busquets pero fue la entrada de Prepelic, que se había perdido el primer partido por unas molestias en un gemelo, lo que dio un impulso al Joventut que empezó a anotar de tres puntos y a ver más opciones de anotar también cerca del aro. En pocos minutos el esloveno se fue a los 8 puntos y 2 asistencias propiciando que se llegar al descanso con ventaja de los verdinegros, 22-23.
En el segundo cuarto Lamers impuso su ley en la zona con una serie de tapones que elevaron el ánimo de los ‘hombres de negro’ y cerraron vías de ataque al Joventut. Los badaloneses, de todos modos, aprovecharon un bonus prematuro para forzar personales y anotar, con Prepelic nuevamente como referente incluso jugando de base en momentos de respiro para Dimitrijevic y Zagars. Al intermedio se llegó con 45-43 para el Bilbao tras un triple fallado sobre la bocina por Dimitrijevic.
El tercer cuarto fue de desgaste con ligera escapada de los vascos hasta el 52-43 y recuperación de la Penya coincidiendo con minutos de Prepelic en pista. Los badaloneses ya no cedieron el control del partido al rival en el cuarto período pero dejaron escapar alguna ocasión de llegar con ventaja a un final a cara o cruz. La ‘aparición’ de Morgan en un partido hasta entonces aciago para él cambió la dinámica.
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