93-61: España se rearma de moral antes de octavos

La derrota del debut ante Bielorrusia quedó en susto y la selección española femenina aseguró su acceso a los cruces del Eurobasket en una jornada final de grupos en la que mostró su mejor cara. Las chicas de Mondelo superaron a Eslovaquia por 93-61, acabando como segundas de grupo, lo que supone enfrentarse a Montenegro en el cruce de octavos de hoy. Si supera esta ronda, el combinado español se las verá con Serbia en cuartos de final.

El choque ante Eslovaquia resultó algo menos tenso de lo que podía pensarse por el triunfo de Bielorrusia a primera hora de la tarde, lo que aseguró la clasificación para las españolas. En juego estaba, pues, quedar en segundo o tercer lugar, algo que se traducía en acceder a cruces por una parte u otra del cuadro.

Las chicas de Mondelo no especularon y fueron a ganar buenas sensaciones en un partido bien aprovechado para ello. Seis jugadoras acabaron con dobles dígitos de anotación con Cristina Ouviña (17) y Sílvia Domínguez (14) como destacadas pero sobre todo un buen trabajo colectivo, con el que se aprovechó la profundidad de banquillo y la solidez que ofrecen Gil y Ndour en el juego interior.

España no se entretuvo al inicio y, con una intensa defensa y buscando a Ndour bajo el aro, tomó el mando del mismo modo que hizo ante Suecia. En cuanto entraron los triples de Sílvia Domínguez y Maite Cazorla, las diferencias se ampliaron hasta el 21-13 con el que se cerró el primer cuarto.

El partido parecía encarrilado pero había que contar con el orgullo de las eslovacas que sacaron a relucir su talento en el segundo período. Su apuesta por el triple dio buen resultado, recortando distancias ante una España menos efectiva en ataque.

Prazenikova y Jakubcova incidieron en las canastas desde el exterior generando problemas a la defensa de España que llegaba tarde a las ayudas. Las diferencias llegaron a reducirse hasta el 33-30 del minuto 18, poco antes de que Leo
Rodríguez rubricara el cuarto con un triple ante la defensa zona que colocó el 39-32 al descanso.

El despegue clave llegó en el tercer cuarto con un parcial inicial de 17-0 que hizo perder de vista prácticamente a las eslovacas. A las suspensiones anotadas inicialmente por Ouviña siguieron canastas de una Laura
Quevedo que llegó para cubrir las vacantes de última hora y se ha hecho con un buen lugar en la rotación. Posteriormente, tanto Ndour como Gil aportaron también puntos hasta superar los 22 de distancia sobre el rival (56-34). Tras eso Ouviña siguió aprovechando su noche inspirada para contribuir a un parcial de 25-13 en el cuarto.

España llegó en mejor condición física al final y Mondelo incluso pudo reservar fuerzas de alguna pieza básica como Ndour. Con ello y acciones espectaculares en contraataque de Conde o Palau, la selección logró otro parcial favorable de 29-16, rubricando su acceso a los cruces con la sensación de haber recuperado su buen juego y olvidado los problemas que han perseguido al equipo en el arranque de este torneo.

Todo ello es importante para afrontar una fase de finales constantes a partir de ahora, donde la concentración será primordial para no sufrir bloqueos como el del debut ante Bielorrusia. Cualquier situación parecida puede resultar cruel para un equipo que en los dos últimos partido parece capaz de volver a luchar por medallas.